El educador y columnista del diario Correo, Leon Trahtemberg, publicó una columna de opinión titulada ‘Las matemáticas de los primeros grados son decisivas’ en el que da cuenta de un estudio realizado por GRADE con escolares puneños. Allí, se señala que el aprendizaje sólido de las matemáticas durante los primeros años da un mejor soporte para el éxito escolar posterior.
El rendimiento en matemáticas en 5to de primaria del año 2000 predijo de manera significativa el éxito en el rendimiento en matemáticas y lectura de los mismos alumnos cuando llegaron al 5to de secundaria en el año 2006.
Esto ocurrió con alumnos puneños comprendidos en la investigación de Cueto, Guerrero, León, Zevallos y Sugimaru titulado “De quinto de primaria al fin de la secundaria en seis años: un estudio longitudinal en Puno” (GRADE 56, feb 2010) cuyas implicancias -por sentido común- son aplicables a todos los niños de escuelas privadas y públicas del Perú.
La principal implicancia de sus hallazgos es que lograr sólidos aprendizajes iniciales especialmente en matemáticas, es el mejor soporte para el éxito escolar posterior. Eso implica dos cosas para políticas educativas.
Una, que hay que invertir mucho más en la infancia y los primeros grados, para asegurar que los alumnos tengan buena base para su futuro escolar.
Dos, los alumnos que se van rezagando deben recibir una ayuda remedial oportuna, para que puedan subsanar sus dificultades en lugar de arrastrarlas a los años siguientes en los que muchos finalmente fracasarán, repetirán o abandonarán la escuela.
Lo que deberíamos aprender de estudios como este, así como de los resultados que año a año se publican sobre el fracaso escolar en matemáticas y lectura en alumnos que apenas están en el 2do grado, es que el Ministerio de Educación debería hacer una revisión completa del currículo escolar de los primeros grados, focalizar las capacitaciones y producción de materiales didácticos para estos grados, y revisar las normas respecto a los tiempos y avances de los programas.
Procurar que los programas sean muy flexibles y permitir a los profesores tomarse el tiempo necesario para asegurar que todos los alumnos adquieran las capacidades esperadas para esos primeros grados.
No sería mala idea diferir a 3er grado los actuales objetivos del 2do grado para dar más tiempo para que los alumnos tengan éxito en la consolidación de sus aprendizajes iniciales.
Por último, se necesita urgentemente que especialistas en la enseñanza de matemáticas revisen el currículo nacional, porque da la impresión de estar mal concebido, mal estructurado y mal cronogramado, por lo que no se da tiempo suficiente al alumnado para el trabajo concreto antes de saltar al abstracto.