La coordinadora del Programa de Derechos Sexuales y Reproductivos de la organización Manuela Ramos, Rocío Gutiérrez, expresó su preocupación ante la influencia de la Iglesia Católica y protestante en las políticas sobre salud sexual y reproductiva y consideró que sus influencias contribuyen al aumento de embarazos no deseados y abortos clandestinos.
“Es lamentable que durante los últimos diez años el Estado se haya dejado influenciar por la Iglesia. Parece que las esferas eclesiásticas deben dar el visto bueno a las políticas estatales sobre salud reproductiva. Los políticos actúan por sus confesiones religiosas y no por lo que conviene a la gente”, censuró.
Agregó que políticos como Rafael Rey, vinculados a la élite más conservadora del catolicismo, son los que toman las decisiones relacionadas con la maternidad y la natalidad del país. Rechazó que incluso pueda bloquear iniciativas sobre la implementación de una mejor educación sexual en los colegios.
Lamentó asimismo que la democracia del país se encuentre ligada a los intereses de la Iglesia y por ello, exigió a la población que se informe acerca de las propuestas de los candidatos congresales respecto a este tema.
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