El Lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, sigue disminuyendo su nivel debido a la falta de lluvias. En medio de una ola de calor persistente en la región Puno, el lago ya ha perdido 54 centímetros de su nivel.
La sequía actual en Puno, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), ha llevado a que el Lago Titicaca pierda alrededor de 3 milímetros de agua cada día, principalmente debido a la evaporación causada por las altas temperaturas durante la temporada seca.
La relevancia de los ríos que fluyen hacia el Titicaca, como el Coata y el Ramis, no debe pasarse por alto. Actualmente, se encuentran a tan solo la mitad de su capacidad, lo que agrava aún más la situación del lago.
El año pasado, el Titicaca ya había experimentado una disminución significativa, con casi un metro menos de agua. Ahora, en 2023, algunas áreas de sus orillas han retrocedido hasta un kilómetro.
Las perspectivas no son alentadoras, ya que se pronostica que las lluvias en Puno serán escasas durante los meses de septiembre a noviembre. Esto plantea una pregunta crucial:
Lago Titicaca: Se reducirá las horas del servicio de agua potable en Puno
La respuesta radica en la disminución del nivel del lago Titicaca, que es una de las principales fuentes de agua para la ciudad de Puno. La reducción de 40 centímetros en la altura del lago, causada por la ola de calor y la ausencia de lluvias, ha resultado en la pérdida de 10 litros de agua por segundo, lo que afecta directamente al suministro de agua a la población.
Además, el río Totorani y el río Aracmayo, otras dos fuentes de agua para la ciudad, también han experimentado una reducción significativa en su caudal debido al estiaje y al estrés hídrico. El río Totorani ha disminuido de 25 a 17 litros por segundo, mientras que el río Aracmayo ha caído de 7 a 0.50 litros por segundo. Esta situación dificulta aún más la capacidad de abastecer a los usuarios.
Lago Titicaca: Totorales en riesgo
La disminución del nivel del lago Titicaca también amenaza la supervivencia de los totorales, que son fundamentales para la vida de las comunidades aimaras. Estos totorales son utilizados para la fabricación de artesanías, como alimento para el ganado y como materia prima para renovar las islas del lago.
El panorama es preocupante, ya que, según el titular del Senamhi, Sixto Flores, el lago continúa perdiendo agua a un ritmo alarmante, y la única manera de revertir esta tendencia sería con lluvias continuas durante al menos dos semanas, algo que parece poco probable.
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