La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el secuestro y el acto extorsivo en contra de un grupo periodístico de América TV, de Perú, para que leyera una proclama en vivo como condición para ser liberado. La organización instó a las autoridades a investigar, señalar a los culpables y llevarlos ante la Justicia para evitar que estos actos se repitan y queden en la impunidad.
El periodista Eduardo Quispe, el camarógrafo Elmer Valdiviezo y un conductor de América TV fueron interceptados ayer y amenazados por miembros de organizaciones rurales de autodefensa, denominadas ronderos en la jerga local. Los secuestradores obligaron a Quispe, del programa dominical Cuarto Poder, a leer en vivo un comunicado como condición para su liberación.
El equipo periodístico viajó a la comunidad de Chadín, en el departamento de Cajamarca, para recabar información sobre un caso que involucra a Yenifer Paredes, cuñada del presidente Pedro Castillo. El pronunciamiento de los ronderos denunciaba la «imputación falsa» contra Paredes. El equipo de América TV fue liberado anoche poco después de la transmisión, pero les retuvieron la cámara y los celulares.
El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, y el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Carlos Jornet, repudiaron el secuestro y la extorsión contra los periodistas por parte de grupos que quieren hacer justicia por manos propias. «La naturaleza de esta acción de los ronderos no solo es un atentado contra los periodistas y el medio de comunicación, sino una agresión contra todas las instituciones públicas del país.»
Canahuati, CEO de Grupo Opsa, de Honduras, y Jornet, director periodístico de La Voz del Interior, de Argentina, instaron a las autoridades a «investigar, señalar y juzgar a los autores del secuestro y la extorsión, para evitar que se repitan estos hechos que atentan contra la libertad de prensa y la seguridad física de los periodistas».
La SIP establece en sus declaraciones de Chapultepec y Salta un concepto que también se encuentra en la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El artículo 9 de esta última establece: «El (…) secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada».