VRAEM. Durante muchos años, los pueblos originarios del Perú y especialmente del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), vienen superando diversos cambios en la sociedad como parte de la búsqueda de un desarrollo sostenible.
En medio de la pandemia, se logró demostrar la capacidad de resiliencia de las comunidades nativas y las nuevas formas de orientar su desarrollo sin dejar de lado su identidad. Mary Carmen Pichuca Cuba, es una emprendedora que nos relata cómo sobresale en el rubro de la panadería en medio de la pandemia.
¿Cómo inicias en el mundo de la panadería?
Tengo 26 años y soy natural de la comunidad nativa de Chavini (Pangoa). Actualmente pertenezco a la organización Unión Asháninka Nomatsigenga del Valle de Pangoa (Kanuja), que representa a 57 comunidades nativas en todo el distrito. Mi organización firmó un convenio con Devida para la implementación de un módulo de panificación y otras acciones. Particularmente me interesó aprender un poco sobre ese tema ya que vi que brindaban capacitación en el uso de las máquinas.
¿De qué manera vienen trabajando en la panadería?
Desde hace varios meses estamos elaborando panes y mejorando día a día en el rubro de la panadería. Contamos con un maestro panadero que nos orienta en la elaboración de distintos tipos de panes. Tenemos una meta de elaborar 1000 panetones y a la fecha nos estamos organizando mejor para seguir aprendiendo e incluir a más hermanos de comunidades nativas que se dedican al cultivo de cacao y café.
¿Qué papel cumples dentro de la organización Kanuja?
Yo tengo la responsabilidad de apoyo administrativo en la cooperativa de la organización, pero también apoyamos en la panadería por horarios. Todos metemos la mano como se dice. Si podemos ayudar y hacer que las cosas sean mejores, entonces es nuestro deber hacerlo. Entendemos que esta es una forma de emprender como organización, por eso damos lo mejor de nosotros para hacer las cosas bien.
¿Qué capacitación recibiste respecto a la producción de panes?
El maestro que nos acompaña desde un inicio es quien nos orienta y brinda las enseñanzas. Si bien es cierto que mi labor es más administrativa, también me involucro en los talleres prácticos donde aprendo haciendo. Actualmente sé qué ingredientes entran, la cantidad de harina y otros insumos que debemos incluir, cuánto tiempo se tiene que hornear y todo lo relacionado a la elaboración de los panes.
Actualmente están elaborando panetones, coméntame al respecto.
Eso sí es algo nuevo, nunca me imaginé que podría hacer un panetón. El presidente de nuestra organización nos dijo que empezáramos con esta tarea y el maestro panadero nos indicó la forma cómo se prepara. Ahora preparar panetones no es nada complicado para mí. Pero lo que más me satisface es ver que mis hermanos asháninkas y nomatsigengas pueden comer algo que fue hecho por mis propias manos, la verdad que me emociona bastante.
¿Consideras importante la intervención del Estado con en este tipo de iniciativas a favor de los pueblos originarios?
Yo veo que solos hubiera sido muy difícil o quizá imposible el hecho de haber comprado las maquinas que ahora tenemos. No hay duda de que eso lo hemos logrado porque el Estado con Devida nos están acompañando. Hoy vemos como está dando resultado, por ello creo que si es muy necesario contar con estas alianzas para seguir mejorando. Somos conscientes que el emprendimiento va de la mano con la innovación tecnológica, y ese pensamiento lo transmitimos a nuestros hermanos que necesitan salir adelante.
¿Cuáles son tus proyectos como parte de la panadería?
Nos estamos proyectando a incursionar en nuevas líneas comerciales como tortas y pasteles ya que son productos muy solicitados en la zona. En los planes de la organización está implementar un nuevo módulo de panificación para abarcar a más comunidades.
Fuente: Diario Jornada de Ayacucho