Tras décadas de extracción desmedida y la ausencia de un adecuado manejo forestal, la situación de la caoba en el Perú se encuentra en peligro crítico revela una misiva dirigida por el director de Traffic para América del Sur, Bernardo Ortiz – von Halle, al ingeniero Ignacio Lombardi, presidente de la Autoridad Científica CITES para Especies Maderables del Perú, de la Universidad Nacional Agraria de La Molina.
Así, de acuerdo al documento, que pide a la autoridad revisar la clasificación de Vulnerable dada por el Inrena a la especie, Ortiz – von Halle precisa que en los últimos 15 años, se habrían consumido al menos la mitad de la población de árboles de tamaño comercial en el Perú.
Así, de los 383,013 que existían en 1994, hoy quedan solo 184,673, lo que representa 198,340 árboles cortados. La misiva aclara diversos puntos relacionados con las existencias de caoba cosechable en el Perú y sobre sus cuotas de exportación y permisos y muestra su alarma porque buena parte de las estimaciones hechas por la Autoridad Científica, AC, sobre existencias de caoba cosechable están basadas en datos consignados en los Planes Operativos Anuales, POA presentados por los usuarios ante el INRENA en los años anteriores.
«Un hecho dramático de la gestión forestal peruana es la comprobación de que buena parte de la información contenida en la mayoría de dichos POA (no solo los caducados u observados por la administración del INRENA al momento de hacer la AC sus análisis) a partir del 2005 era falsa luego de las primeras verificaciones de campo», resalta.
Explica que, para el año 2007, las verificaciones concluyeron que casi el 80% contenía información inexacta, falsa o incompleta.
«En resumen, la calidad y veracidad de la información consignada en los POA de los años del 2001 al 2007 no es para nada confiable y sin embargo la AC los ha utilizado para sus estimaciones poblacionales de caoba, y además para obtener el tamaño de la muestra (50 puntos) para las verificaciones de campo: toda una propuesta metodológica y conclusiones sobre stocks existentes y cosechables, todo, basado en información bastante dudosa por decir lo menos», refiere.
Por ello, concluye que es muy arriesgado basar cálculos de existencias y recomendar cuotas de explotación y extracción usando como fundamento cifras con «confiabilidad mínima». «Salvo que la Autoridad Científica pueda asegurar lo contrario: Que la información analizada de los POAs es confiable y verificable», dijo.
Añade que, en primer lugar, el cálculo de existencias de caoba en el Perú está sobredimensionado pues hay muchos menos árboles de los que se calcula; en segundo lugar, el cálculo de la totalidad de árboles que han sido extraídos en la última década y media esta subvalorado pues se han cortado muchos más de los que se calcula; en tercer lugar, en una fracción del tiempo de una generación de la especie caoba, se ha extraído mas del 50% del total de la población reproductiva; y que, en cuarto lugar, que la tala ilegal no se detiene. Por lo que la realidad poblacional de la especie es más que preocupante.
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