La minería ilegal es una puerta abierta para la trata de personas, sostiene CHS Alternativo

La minería informal en Madre de Dios ha sido vinculada ya varias veces a la Trata de Personas, incluso recientemente la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Instituto de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEI-PUCP) publicaron el estudio «La Trata de Personas con fines de explotación laboral: El caso de la minería aurífera y la tala ilegal de madera en Madre de Dios» en el que se da cuenta fehaciente de la existencia de este delito en la zona, recordó hoy la veeduría Mirada Ciudadana, de CHS Alternativo.

En una publicación dada a conocer en su Reporte Alternativo, incluso señaló haber recabado información que prueba las condiciones de explotación de las víctimas y las incidencias sociales y medioambientales de esta actividad ilícita.

En ese sentido, la veeduría sostiene que «esta gravísima situación ya es de conocimiento público y por ello no extraña que el propio presidente de la República se haya referido a las condiciones laborales infrahumanas a las que están sometidas las víctimas de Trata en Madre de Dios».

Como se recuerda, el lunes 05 de abril, primer día de las protestas de los mineros ilegales contra las leyes 1010 y 1040 y el decreto de urgencia 012-2010, que crea una zona de exclusión minera en Madre de Dios, el jefe de Estado expresó las siguientes palabras «Esto [es]…servidumbre social y acarrea prostitución, trata de personas y hasta la esclavización de los niños».

«Efectivamente, la minería ilegal no solamente propicia uno de los fines de la trata de personas como la explotación laboral, sino también la explotación sexual, como señalan claramente las investigaciones de terreno realizadas por MIRADA CIUDADANA en Huepetuhe, zona minera informal en la que se han detectado alrededor de 250 menores de edad que se dedicarían al comercio sexual», agrega al respecto CHS.

Por ello, considera que la formalización del sector minero ilegal es una oportunidad para luchar de manera efectiva contra la Trata de Personas, estableciendo espacios donde se aplique la ley y el Estado tenga una presencia que permita evitar este tipo de ilícitos que está vinculado, en muchos casos, a otros delitos que prosperan aprovechando la ausencia del Estado.