LA LIBERTAD. El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, continúa con el monitoreo biológico del “oso de anteojos” o “oso andino”, una de las ocho especies de oso diferentes que existen en el mundo y que se conservan en 31 áreas naturales protegidas del Perú, una de ellas, la Reserva Nacional de Calipuy (RNC), en el departamento de La Libertad.
Los resultados indican que si bien la mayor población de oso de anteojos se encuentra a salvo en el Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, en nuestro país sólo habitan cerca de 5,000 individuos en 1,800 km de Cordillera, por ello es una especie que se encuentra en la categoría de Vulnerable (VU) según el D.S. 004-2014-MINAGRI.
Por lo que, el último registro de esta especie en la Reserva Nacional de Calipuy, en el sector “El Matico”, a una altitud de 2384 msnm, en las estribaciones de los Andes Centrales-Matorral Altoandino, resulta un claro indicador del buen estado de conservación de esta área natural protegida, el cual, a la fecha se encuentra en un 99%.
Este hallazgo en vídeo a finales del 2020, fue posible gracias al personal Guardaparque del Sernanp y a los miembros de los Comités de Vigilancia Comunal de la Reserva Nacional de Calipuy, aliados estratégicos que contribuyen en la conservación y gestión de esta joya de la naturaleza, que ayer 8 de enero cumplió 40 años de creación como área natural protegida.
De otro lado, considerando que esta especie de oso de anteojos es una de las priorizadas para la investigación científica en el Plan Maestro de la RNC, a partir de este año se implementará un sistema especial de monitoreo de fauna silvestre emblemática, que incorporará también el estudio de la población de guanacos, pumas, zorros andinos, zorros costeños y el venado de cola blanca, etc, informó el Sernanp a INFOREGIÓN.
Dicho sistema se fortalecerá en el marco de la propuesta de un convenio entre el Sernanp y la Universidad Nacional de Trujillo-La Libertad, para lo cual se instalarán 30 cámaras trampa en puntos estratégicos del área natural protegida, que permitirán contar con una base de datos para evaluar el estado de estas especies y orientar las acciones de gestión más adecuadas a fin de garantizar su protección.