El Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú, IDEHPUCP, condenó enérgicamente hoy todo acto de violencia de cualquier sector del que provenga y recordó que el respeto a la vida está por encima de toda diferencia ideológica, política y social.
En comunicado, la institución académica vinculada a la promoción y defensa de los derechos humanos y de los valores democráticos, lamentó los sucesos ocurridos la madrugada del cinco de junio en Bagua que dejaron como saldo la muerte de policías y nativos, y señaló que nuestra sociedad debiera haber aprendido luego de dos décadas de violencia, que la razón no debe imponerse por la fuerza.
El IDEHPUCP recordó que los reclamos de las comunidades amazónicas llevaban más de 60 días, y lamentó que las autoridades del Gobierno eludieran enfrentar oportunamente la situación de manera responsable y eficiente, provocando así un desborde del conflicto.
“El Perú es un país multicultural en el que conviven diversas cosmovisiones de lo que denominamos desarrollo. Por eso es tan importante escuchar al “otro”, tratar de entender su perspectiva, su mirada, su cultura. No podemos quedarnos en explicaciones sesgadas que justifican el levantamiento porque se trata de “salvajes”. Esos otros peruanos, que tienen una cultura y una lengua distinta a la de quienes detentan la autoridad en Lima, son sujetos de derecho y debemos tratarlos como personas y como ciudadanos” precisa el documento.
La institución universitaria condenó del mismo modo las atrocidades cometidas contra los policías y pidió sanción para esos crímenes, al tiempo que exigió diálogo para llegar a consensos y acuerdos.
“El problema es más profundo: los conflictos sociales van en aumento, ante un Estado que se olvida de buscar formas y mecanismos para el diálogo, para la aproximación a consensos y acuerdos. Es allí donde debe radicar su fortaleza y su legitimidad y no en la fuerza y en el autoritarismo de sus palabras”.
Por ello el IDEHPUCP señala que el Estado está en el deber de hacer una revisión del conjunto de normas promulgadas hace unas semanas, como punto de partida para que el Gobierno replantee su relación con los sectores menos favorecidos del país.
En ese marco, pide una comprensión del desarrollo que incorpore a las comunidades originarias del Perú, teniendo como premisas el diálogo intercultural y el reconocimiento de sus particulares identidades.
“Solo en la medida en que ambas visiones se vinculen de modo armónico y con justicia, podremos forjar un país inclusivo y democrático capaz de mirar hacia el futuro” concluye el comunicado.