La imposibilidad de ser director escolar

El techo del desarrollo de la educación pública latinoamericana está dado por la capacidad de hacer una gestión directiva eficaz en las instituciones educativas. En otras palabras, en la medida que al director de la escuela pública se le permita realmente actuar como director (con prerrogativas similares a las de una institución privada), ésta tendrá una oportunidad de salir adelante. Los casos de Sunat, SBS, BCR, entre otros de entidades públicas que para funcionar eficientemente tienen que tener una gestión privada es igualmente aplicable a la educación pública. Escoger –previa evaluación ética y profesional- a directores competentes y darles alas para volar. Así de sencillo.

Cuando se dice esto en el Perú, parecería que se tocan los límites de la herejía del discurso educativo. Pese a ello lo he reiterado en artículos como “Bill Gates no podría dirigir el Alfonso Ugarte” (Correo, 22/6/2012).

Así que para colocarnos en otro escenario traeré los datos de una investigación hecha  nada menos en la liberal Chile, denominada “Problemas de gestión asociados al liderazgo como función directiva” de Ulloa, Nail, Castro y Muñoz publicada en la revista Estudios Pedagógicos XXXVIII, Nº 1: 121-129, (Valdivia-Chile) 2012

El estudio se propuso identificar los problemas de gestión de mayor importancia, asociados a la función de liderazgo, desde la perspectiva de directores de escuelas para lo cual se tomó una muestra aleatoria de 44 directores de escuelas de la región Concepción, que completaron un cuestionario en el que se enunciaban 43 problemas. Los principales resultados y conclusiones mostraron que los problemas que más agobian a los directores nacen fuera de la escuela y del proceso de enseñanza y aprendizaje de las aulas, tales como ausencia de facultades para la selección, contratación y despido de personal; carencia de atribuciones para administrar recursos financieros; falta de tiempo para realizar tareas de gestión por lo que la dimensión pedagógica de la función directiva queda relegada.  Esto resulta paralizante para la gestión y el liderazgo.

Regresando al Perú, ojalá que la evaluación de directores que se avecina vaya acompañada de otorgarles a los más aptos prerrogativas suficientes para gerenciar y liderar eficientemente.

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