El analista político Juan de la Puente sostuvo que el «Segundo Estudio de Prevención de Consumo de Drogas» demuestra que la hoja de coca en el Perú ya no puede volver a ser sagrada, porque en un país con medio millón de consumidores de drogas está claro que la coca es profana.
Afirmó que es inaceptable que en el Congreso «tengamos una bancada parlamentaria cocalera y además un candidato presidencial que propone que el Estado compre la producción de coca ilegal”.
“Si antes había duda sobre si la coca es sagrada o profana, esta encuesta demuestra que la coca es pagana y que jamás va a ser sagrada en un país con medio millón de consumidores de drogas. Con este estudio también se cae el otro discurso que quiere separar la coca de la cocaína, cuando todos sabemos que cerca del 93% de la producción de hoja de coca se va al narcotráfico”, subrayó.
También país consumidor
En otro momento, De la Puente advirtió que el mencionado estudio demuestra que el Perú va camino a ser un gran consumidor de drogas.
“Este estudio no sólo legitima las estimaciones de que somos un país consumidor, sino que también señala que estamos en camino a ser gran consumidor. Si no existen las políticas públicas para prevenir el consumo de drogas, en tres o cuatro años pasaremos a duplicar la cantidad de consumidores y llegaremos un millón de compatriotas adictos”, señaló.
Indicó que para un país emergente que crece entre 8 y 10% anualmente, el incremento del consumo de drogas podría ser una variable que afecte el desarrollo, más aún si a ello le sumamos la contaminación del medio ambiente producida por los cultivos de hoja de coca ilegal.
“Nadie puede decir que la coca saca de la pobreza a la gente, si miramos las zonas que son productoras de coca desde hace 20 o 30 años, nos daremos cuenta de que son las zonas más pobres, tal como ocurre con Huánuco que es la segunda región más pobre del país”, expresó.
Narcosociedad
El también destacado periodista explicó que más peligrosa es la posibilidad de que nuestro país se transforme en una ‘narcosociedad’, antes que en un ‘narcoestado’, porque “si llegamos al millón de consumidores seríamos una sociedad cocainizada seriamente impactada por el narcotráfico”.
“Lamentablemente el Estado sólo ha desarrollado una sensibilidad para la interdicción, pero si ya tenemos una gran cantidad de consumidores nuestras autoridades deberían también realizar acciones orientadas a la prevención”, argumentó.
Ejemplo de San Martín
Estimó que el Estado debería reproducir en otras zonas cocaleras el denominado modelo San Martín.
“El problema de las políticas públicas es que se han sensibilizado poco con el desarrollo alternativo y la prevención. Los esfuerzos para el desarrollo alternativo son apoyados en su mayoría por la cooperación internacional”, agregó.
Finalmente, precisó que el crecimiento del consumo de drogas en Brasil va a generar que ese mercado tenga que proveerse de cocaína más barata.
“Y la coca más barata en la región no es boliviana ni colombiana, sino peruana. En ese escenario, vamos a ser para Brasil, lo que representa México para Estados Unidos, ante ello, hay que tener en cuenta que gran parte de la violencia mexicana se debe a su condición de distribuidor de droga de un país tan grande como Estados Unidos”, anotó.
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