La hoja de coca fue difundida en los campesinos durante la Colonia

Un argumento muy utilizado por los dirigentes cocaleros que no deslindan con el narcotráfico, es que la coca era la «hoja sagrada de los incas», y parte insustituible de nuestra identidad cultural y nacional.


 


Las ordenanzas de Cusco y Huánuco, que pretenden legalizar su cultivo, han recurrido a ese argumento. Sin embargo, no se entiende por qué se ha sacralizado la hoja de coca, mientras que con la papa o el maíz, productos fundamentales y muy apreciados en la época prehispánica, no ha pasado lo mismo.


 


Según el investigador José Antonio Lloréns, la explosión del cultivo y ‘chacchado’ de la hoja de coca tuvo lugar durante la etapa colonial, en el siglo XVI, cuando se multiplicó, según algunos cronistas, por cincuenta frente a lo que se producía durante el Incanato.


 


Este crecimiento se explica por la sobreexplotación laboral a que fueron sometidos los pueblos originarios durante la Colonia. Está demostrado que los españoles usaron la coca como un producto para presuntamente lograr un mayor esfuerzo a un más bajo costo.


 


Y por el hecho de que, a partir de lo anterior, la producción de coca se transformó en una actividad muy lucrativa para los encomenderos, señala Lloréns, en su apunte «Síntesis histórica del consumo tradicional de la hoja de coca en el Perú».