La gran aventura por el Parque Nacional de Tingo María *

Ingresar a él es sumamente sencillo. Lo que resulta maravillosamente complicado es recorrerlo por completo. Y es que en su interior están encerradas grandes maravillas de la naturaleza, como la cadena montañosa que forma la mundialmente admirada Bella Durmiente y la llamada Cueva de las Lechuzas.

Sin embargo, en el recorrido por esta verde extensión se puede ver y tocar mucho más, tanto que en muchos casos algunas especies de flores y fauna siguen siendo desconocidas para la propia ciencia. Así de sorprendente es el Parque Nacional de Tingo María.

Fueron 48 largas horas de caminata. 48 horas que pueden ser las más maravillosas en la vida de quienes como nosotros se aventuren a internarse en esta selva, una selva virgen llena de sorpresas, de impresionantes paisajes que deleitan la vista, de invalorable experiencia con la naturaleza y el disfrute de la adquisición de conocimientos sobre lo que significa la inmensa variedad de flora y fauna que se encuentra dentro de esta área protegida por el Estado para la humanidad.

Es fácil entrar, lo complicado es recorrerlo

Enclavado en el corazón de la selva alta o región Rupa Rupa, el Parque Nacional de Tingo María tiene un área total de 4,777 hectáreas y se ubica al sur de la ciudad del mismo nombre, en la jurisdicción del distrito Mariano Dámaso Beraún, provincia de Leoncio Prado, región Huánuco.

Ingresamos por la carretera central cerca de la localidad de Las Palmas, capital del referido distrito. Nada más iniciar el recorrido, la fresca brisa con los aromas de la vegetación nos advierte que estamos a punto de una extraordinaria experiencia.

La espesa formación vegetal nos muestra la diversidad inimaginable de la flora que alberga en una selva donde hasta ahora el hombre no se ha atrevido a explorarla gracias a la protección de la que goza. Una gran cantidad de árboles maderables y forestales, arbustos medicinales y especies desconocidas se entrelazan en el reflejo de la vida.

Caídas de agua impresionantes por doquier

Las enormes e impresionantes caídas de agua resaltan la dinámica de la naturaleza en su constante camino de avanzada y dan el preciado líquido a todos los seres vivos que allí se refugian, crecen y desarrollan.

Los pocos que lo han visitado, han sabido apreciar las bondades de esta riqueza y algunas de estas caídas han sido bautizadas con nombres nacidos en su imaginación. Allí tenemos las cataratas de Sol Naciente y también de Gloria Pata, entre otras que invitan a quedarse.

El caminar de los visitantes los puede llevar a encontrarse con la enorme variedad de coleópteros y otros insectos que permanecen aún desconocidos. Las aves que han encontrado el lugar ideal para vivir, los mamíferos que habitan en los árboles y muchos otros animales desarrollan sin contratiempos su existencia, constituyendo un hermoso marco para la vista. Sólo por lo que se conoce hasta hoy, se encuentran más de 104 especies de animales: nueve especies de peces, 38 de aves, 21 entre batracios y reptiles, y 36 mamíferos

Hábitat del gallito de las rocas, ave nacional

Entre los seres vivos que habitan la zona existe una especie que es la carta de presentación del parque, el famoso Gallito de las Rocas, “Tunki” (en quechua) o  Rupícola Peruviana, ave de increíble belleza en su plumaje que es considerada el ave nacional del Perú.

Precisamente el Parque Nacional de Tingo María es su hábitat favorito y puede encontrársele en el desarrollo de su propia y natural sociedad.

Justamente, en el PNTM puede apreciarse uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza, cuando corresponde la etapa de apareamiento de esta especie.

La hembra observa el desarrollo de una serie de actividades de los machos que la pretenden, allí comienza una especie de competencia de danzas, piruetas y canto de los machos, todo ello dentro de un espacio de territorio en el que cada candidato hace hasta lo imposible por agradar y ser el elegido por la deseada hembra.

Equipo de Guardaparques del Parque Nacional de Tingo María

El ganador será el que mejor haga su presentación y exprese mayor mérito sobre los demás.

Lo aquí referido sólo es una parte de la maravillosa experiencia que se puede vivir en el Parque Nacional de Tingo María, su amplia extensión tiene reservadas, para todos, increíbles sorpresas y grandes vivencias, que no sólo pueden durar las referidas 48 horas, sino puede extenderse por tiempo indeterminado.

*El autor de esta nota, Elias Ingaruca, participó del recorrido por el PNTM junto a una comitiva de autoridades y amigos.

Los comentarios están cerrados.