La desaceleración del ritmo de expansión de los cultivos ilegales de coca, que según las Naciones Unidas pasaron del 6.8% en el 2009 al 2.2% en el 2010 es resultado de la erradicación y de la aplicación de programas de desarrollo alternativo.
Así lo sostuvo el ingeniero agrónomo Humberto Chirinos, coordinador del programa de monitoreo de las Naciones Unidas en entrevista con el programa radial Diálogo Ciudadano, una producción de INFOREGION que se transmite en el Alto Huallaga y el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).
“Hoy por hoy en la zona del Alto Huallaga, especialmente en la provincia de Tocache, la economía cocalera ha sido sustituida por economía legal sustentada en cultivos de palma aceitera, cacao, café, plátanos y otros productos cuyos precios han mejorado notablemente en el mercado”, afirmó.
Realidad del VRAE
Sobre la posibilidad de que los efectos positivos del Alto Huallaga se repliquen en el VRAE, el ingeniero Chirinos sostuvo que eso es bastante difícil ya que, Tocache tienen los mejores suelos de la zona de selva del país mientras que el VRAE es una cuenca cerrada con muy pocos espacios para producir.
“En el Alto Huallaga ampliar la frontera agrícola legal con productos de reconocida rentabilidad es mucho más fácil ya que en esta parte del país predominan las zonas planas o ligeramente inclinadas, algo que no ocurre en el VRAE”, explicó.
No obstante, destacó que la confluencia de los ríos Apurímac y Ene es ideal para los cultivos de café y el cacao porque se adaptan bien a tierras con determinado tipo de pendiente.
“Hay otros cultivos de corto periodo vegetativo que se pueden adaptar también al VRAE, como diversos tipos de frejoles o ajonjolí, pero antes de ejecutar proyectos de esta naturaleza habría que analizar muy bien el tema no solo desde el punto de vista productivo sino también de colocación en el mercado”, precisó el experto.