Vivían sin esconderse y con lujos similares a los de empresarios de primera línea. Y si viajaban era para expandir sus rutas, sus contactos y ‘blanquear’ el dinero en emprendimientos legales. La Dirección Antidrogas desarticuló una narcofamilia que operaba desde Huánuco, Lima y Tacna y cuyos miembros, presumiblemente, tenían nexos con el Cartel de Sinaloa y con traficantes colombianos afincados en Bolivia y Chile.
Según las autoridades, se trata de una organización similar a la ‘Familia 14’, que integraban la encarcelada ex congresista Nancy Obregón y sus parientes por ser este el número de miembros implicados con el narcotráfico en Santa Rosa de Mishollo (Tocache).
Los agentes antidrogas han detectado una tendencia preocupante en la lucha contra el tráfico ilícito de cocaína. Afirman que en la selva central unas 20 narcofamilias elaboran, transportan, distribuyen y comercializan grandes cargamentos de cocaína a distintas partes del mundo.
Las ganancias, producto del trasiego a otros países, son invertidas en compraventa de propiedades, automóviles, emprendimientos hoteleros y empresas proveedoras de servicios a nivel internacional.
TRAS LA PISTA DE “MAURO”
“Nuevamente todo un clan familiar está en manos de la Justicia”, confirmó el coronel Tito Pérez Arrascue, jefe de investigación criminal de la Dirandro.
Explicó que durante la ‘Operación Fortaleza’ resultaron unos detenidos y otros prófugos, con pedido de captura internacional, acusados de procesamiento de cocaína en gran escala, distribución y venta, con conexiones en Chile y Bolivia
De acuerdo con la nota informativa N° 127-07-2013-Dirandro-PNP/Divitid-DIE, todo comenzó en enero cuando agentes del Departamento de Investigaciones Especiales de la Dirandro, y personal de la División Técnico Judicial de la Dirandro detectaron los contactos que ‘Mauro’ –líder de la organización– mantenía desde Tacna con sus enlaces en Lima, Tingo María y Rupa Rupa (Huánuco).
Se detectó que la banda tenía dos laboratorios para procesar clorhidrato de cocaína a gran escala. También se descubrió que esta organización reclutaba a ‘burriers’ nacionales para llevar droga a Lima y luego reenviarla a Tacna donde era acopiada para su traslado a Chile y Bolivia y de allí a México y Europa.
El estupefaciente era transportado al sur del país en ‘caletas’ de vehículos, en congeladoras o como encomiendas en empresas de transporte.
GOLPE TRAS GOLPE
El primer golpe que permitió desarticular a esta narcofamilia se dio el 13 de julio. Esa noche fue interceptado el auto CIG-565, donde se encontró casi 23 kilos de clorhidrato camuflado en una ‘caleta’ del guardafango. El chofer Raúl Garay Arteta, su copiloto Tania Jaimes Soria y su hermana Pilar Jaimes Soria habían sido captados para transportar la carga desde Cachicoto, la zona de procesamiento, hasta Tacna.
Al día siguiente, por orden judicial, fue detenido Teodoro Lino Sandoval (a) Tico, el químico de la organización. Fue sorprendido en el centro poblado huanuqueño de Castillo Grande. Se le incautó una camioneta y US$ 12,900.
También fue arrestado Rodis Amado Romero (a) Piero, considerado como el coordinador y proveedor de droga a la organización que lideraba ‘Mauro’. La Policía le incautó una camioneta que iba a ser acondicionada para transportar cocaína.
Ese mismo día fue detenida Astrid Pozo Espíritu, sindicada por la Dirandro como colaboradora de la mafia. “Es la que recepcionaba y distribuía el dinero”, dijo el coronel Pérez.
El 15 de julio, los agentes antinarcóticos y representantes del Ministerio Público irrumpieron en un laboratorio de la banda, a unos 400 metros de la carretera de penetración al poblado de Castillo Chico, sector de El Papayal, donde se encontraron insumos químicos.
CAEN LOS FINANCISTAS
El mayor golpe a la organización ocurrió el 19 de julio en Tacna, donde fueron detenidos el empresario Eladio López Infante (a) Mauro, y su conviviente Jobita Espíritu Barrueta o Norma Ferreyra Silva (madre de Astrid Pozo). Se les sindica como financistas y cabecillas de esta organización. Su nexo en Chile era el líder de otra banda de narcos de ese país, conocido como ‘Puma’.
En esta captura participó el fiscal antidrogas de Tacna, Javier Prado Mamani, quien dispuso que los detenidos fueran trasladados a Huánuco. También ordenó investigar a Marcelino Muñoz, Susana Mallqui, Ángela Abarca y Eder Ramos, quienes eran los enlaces con los encargados de llevar la droga de Tacna a Santiago.
“Había sospechas que surgieron tras la denuncia de un testigo, hoy encubierto, que alertó a la Policía sobre actividades extrañas de dos comerciantes en Tacna”, indicó un oficial de la Dirandro.
Explicó que el 28 de mayo fueron capturados tres ‘correos humanos’ que habían sido captados por esta mafia.
Edith Ríos Angulo (51), Yonel Alcántara Angulo (45) y Sandra Pastor Rojas (47) viajaban en un bus con 14 kilos de cocaína.
“Sin dudas, la banda es más amplia y tiene conexiones dentro y fuera del país, que se están investigando”, subrayó el coronel Tito Pérez.
EN CHILE BUSCAN A NARCO LLAMADO EL PUMA
«Esta banda es muy amplia. Existen más personas identificadas y otras de las que se tiene conocimiento solo por sus apelativos, pero todos tienen relación. Se ha solicitado la detención preliminar de los identificados pero el pedido no ha sido atendido por las autoridades judiciales, por lo que se les ubicará y citará para las investigaciones correspondientes, dentro del marco del Nuevo Código Procesal Penal», señaló una fuente de la Dirandro.
El coronel Tito Pérez, por su parte, señaló que el Poder Judicial había dispuesto prisión preventiva de nueve meses a todos los implicados. «Cuatro de ellos se han acogido a la ley del silencio, pero uno ya ha sido sentenciado a más de 5 años de cárcel», agregó.
Trascendió que la organización de narcotraficantes que opera en Chile es dirigida por un mafioso comocido como ‘Puma’.
Un kilogramo de clorhidrato de cocaína generalmente cuesta 5,000 dólares en Lima, sin embargo, este valor aumenta diez veces más cuando sale de la frontera y llega a México o Norteamérica. El monto se incrementa unas 50 veces, como mínimo, si llega a mercados europeos y asiáticos.
Cabe destacar que 320 toneladas de cocaína produce el Perú anualmente. La mayor parte sale por mar. 20,000 soles cuesta el kilo de clorhidrato en Nueva York y 35 mil dólares en Europa. (Óscar Chumpitaz/Cortesía La República)