Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día en 1970 para crear una conciencia común a los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra.
Se estima que alrededor de 1.000 millones de personas de 192 países participen en los actos festivos y reivindicativos previstos para este domingo.
Este domingo es el Día Internacional de la Tierra que se celebra desde hace 42 años para reclamar una mayor atención sobre la crisis ambiental. Si bien la concienciación de la ciudadanía ha aumentado, tal y como reconocen las organizaciones y las instituciones, aún quedan muchos retos por afrontar.
Así, quienes siguen la convocatoria, que nació en los EE.UU., reconocen que por ser de seguimiento popular y espontáneo la celebración carece de agenda oficial. Por ejemplo, en Madrid se ha convocado un pasacalles «crítico y reivindicativo» centrado en problemas como el cambio climático, la subida de precios del transporte público o el proyecto de casinos ‘Eurovegas’. La marcha está respaldada por 50 organizaciones.
Según la directora de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, se trata de un día «para demostrar a los poderes públicos, a través de la celebración y la concienciación ambiental, que ocuparse de la Tierra es muy importante. Spendeler asegura que el Día de la Tierra «pertenece a la gente» frente a otras celebraciones «más institucionales» como el Día Mundial del Medio Ambiente.
Por su parte, el portavoz de EQUO, Juan López de Uralde, ha asegurado que en estos 42 años «ha habido un gran cambio en la conciencia ciudadana que desgraciadamente todavía no ha llegado a la acción política». En ese sentido, Uralde ha señalado que se han resuelto problemas «de carácter local», pero que los indicadores «más importantes», como las emisiones de dióxido de carbono o la pérdida de biodiversidad, «se han deteriorado.»
La red que coordina internacionalmente esta celebración, «Earth Day Network», integrada por 22.000 organizaciones de 192 países, estima que más de 1.000 millones de personas participarán este año en alguna de las acciones de la nueva convocatoria.
En deuda ecológica
Por otra parte, España acaba de entrar en deuda ecológica, según cálculos de New Economics Foundation (NEF), lo que significa que el país vivirá por encima de sus posibilidades ecológicas hasta final de año y consumirá así más de lo que su sistema ecológico puede producir.