La coca cada día se acerca más a la ciudad


Mientras el Estado procura erradicar las aéreas sembradas con coca ilegal y los trabajadores encargados de esta labor muchas veces pierden la vida al realizar este delicado pero necesario trabajo, manos inescrupulosas no descansan en seguir sembrando nuevas plantaciones de coca, sin importarles el gravísimo daño que hacen a la propia naturaleza.



La zona circundante a la ciudad de Tingo María, capital de la provincia de Leoncio Prado, donde existen suelos casi vírgenes, cede poco a poco al paso de los inescrupulosos sujetos que,  machete en mano, con hachas y moto sierras, siguen talando los bosques y posteriormente prendiéndoles fuego con la finalidad de hacer nuevas plantaciones del ilegal arbusto.


 


En las partes altas de los pueblos jóvenes Jesús Alberto Páez, Víctor Raúl  Haya de la Torre, 5 de Noviembre y Nuevo Horizonte, la belleza natural es indescriptible. Sin embargo, corre el peligro de quedar destruida por la inescrupulosa acción de los cocaleros ilegales.


 


A esto se suman los químicos que son vertidos a los ríos vecinos a la urbe, luego de participar en la elaboración de la pasta básica de cocaína.