«La castaña que sacamos ya no es igual»

MADRE DE DIOS. Marco Antonio Holgado Inquiltupa (39) es un ciudadano madrediosense a cargo de una concesión forestal de 236 hectáreas de bosque, ubicada en el distrito Las Piedras, provincia de Tambopata. En dicha superficie existen 144 árboles de castaña, los cuales son aprovechados de manera sostenible para ser utilizados como su principal sustento económico.

Sin embargo, hace diez años, la activación de una quebrada cercana a la zona causó la afectación directa de 30 de estos. Ante ello, el concesionario inició diversas actividades de reforestación para recuperar los árboles destruidos, tales como, plantaciones de castaña.  Pero, pese a sus esfuerzos, admite que sus ganancias monetarias aún no han logrado recuperarse del todo.

Pues, tiempo atrás, el productor castañero llegaba a obtener de cada cosecha un promedio de 90 a 100 sacos de castaña, conocidas comúnmente en la zona como ‘barricas’. Hoy en día, estas llegan alcanzar entre 50 y hasta 45 sacos, una cantidad que en el mercado local equivale a los S/ 180 y máximo S/ 200. Los árboles se han secado; yo pienso que la castaña que sacamos ya no es igual, el precio está muy bajo”, comenta con preocupación. 

Marco Antonio rumbo a su concesión, ubicada en el distrito Las Piedras, Madre de Dios. Foto: Inforegión

Frente a esta crisis productiva, Marco Antonio consideró necesario buscar nuevas formas de generar ingresos desde la conservación del bosque. Una de estas es por medio de la venta de créditos de carbono a través del Proyecto REDD + Castañeros, desarrollado por la empresa Bosques Amazónicos – BAM.

Dicho mecanismo funciona a partir de la reducción de las emisiones de gases contaminantes generados, los cuales se traducen en créditos de carbono, como resultado de las actividades de conservación para combatir la deforestación y la degradación de los bosques, de acuerdo a la Ley de Flora y Fauna Silvestre.

Marco Antonio y su padre han identificado la afectación de 30 árboles de castaña al interior de su concesión. Foto: Inforegión

Siguiendo esa línea, la empresa se encarga de demostrar, ante el mercado internacional voluntario, el adecuado manejo de las concesiones y la buena gestión del proyecto, para que luego otras compañías en todo el mundo puedan invertir en compensar su huella de carbono, acción que genera un ingreso económico directo en favor de los socios concesionarios para continuar financiando su trabajo de conservación. 

En ese sentido, el productor de castaña destaca la importancia de acceder a este beneficio. Me he dado cuenta que con toda esta platita que nos están dando es mejor conservarlos [a los bosques], recibiendo esa plata ahora nos sentimos tranquilos”, comenta 

Asimismo, el proyecto ofrece a sus miembros actividades y servicios, como un sistema de monitoreo, control y vigilancia integral que permite identificar, controlar y frenar las amenazas de deforestación en las concesiones forestales; y asesoría técnica y legal permanente para salvaguardar la vida de quiénes las trabajan, y talleres y capacitaciones en temas sobre el manejo forestal, actividades productivas de valor, etc. 

Marco Antonio vigilando su concesión. Foto: Inforegión

El interés genuino de Marco Antonio por el cuidado del bosque es algo que siempre compartió con su padre (83), quien recientemente lo nombró, entre sus seis hijos, como nuevo encargado de la concesión forestal. Mi papá es una persona de edad, entonces, yo como hijo he tomado esta responsabilidad. Él siempre me ha visto como una persona que ha estado a su lado y lo ha apoyado, ya van a hacer 10 años que estamos en este trabajo. No puedo dejarlo, mi papito me está dando esa confianza, relata

«En el caso de mi papá, él ha sido muy reacio en hacer negocios de madera y me dice que yo también debo seguir sus pasos. Él es una persona disciplinada, así se ha hecho respetar», agrega.

Este año, Marco Antonio se convertirá oficialmente en el titular de la concesión. Él espera aumentar los índices de las áreas reforestadas en la superficie forestal, ya que antes esta poseía 311 hectáreas. Sin embargo, debido a las lluvias precedentes y las condiciones geológicas ahora solo cuenta con 236 ha.

Para cumplir con dicho propósito recomendó al Proyecto REDD + Castañeros reforzar su labor en actividades dirigidas a repoblar zonas deforestadas en el bosque. “Los troncos que producen buenas producciones se van cayendo o volteando sus ramas. Estamos perdiendo árboles, por eso quiero hacer reforestación. Yo quisiera que el proyecto nos dé ese apoyo”, solicitó a la empresa.

Finalmente, el productor castañero hizo un llamado a los concesionarios forestales a seguir fortaleciendo su compromiso con el cuidado de los castañales y demandó al Estado la creación de más iniciativas para incrementar el aprovechamiento de otros recursos, tales como, el cacao, la piña, el maíz, entre otros.

“Si tuviéramos esos apoyos estaríamos más tranquilos, lo veo como un sustento para el hogar, porque así como en un tiempo viene la castaña y en otro tiempo viene el cacao, si producimos más estaremos más abastecidos y así tocaremos menos el bosque”, concluyó.