La basura es ahora una alternativa de desarrollo en la que participa la población de Pichari

Desde el 2007, el municipio distrital de Pichari, ubicado en el Valle de los ríos Apurimac y Ene, VRAE, viene impulsando un innovador proyecto de tratamiento de residuos sólidos, el mismo que transforma la basura que antes era arrojada a los ríos en abono orgánico para la agricultura.


En ese mismo camino, la población de Pichari realiza labores de reciclaje de basura, actividad que permite la autogeneración de ingresos económicos.
 
«Antes del proyecto, la basura del distrito se arrojaba a los ríos de Pichari y Apurímac, creando un  foco infeccioso y afectando severamente la calidad del agua y la vida que existía en ella.


Esta situación ha quedado en el pasado», señaló Héctor Paz, jefe del Proyecto de Manejo de Residuos Sólidos.
 
Sin embargo, el especialista sostuvo que el trabajo no ha sido fácil.


Paralelamente a la construcción de la planta de tratamiento, una de las más modernas del país, se realizaron acciones de capacitación y sensibilización a la población sobre el cuidado del entorno en el que viven.
 
«Ahora la gente sabe distinguir los desechos orgánicos de los inorgánicos. Por ejemplo, cada familia deposita la basura orgánica biodegradable como restos de alimentos, cáscaras de frutas, tubérculos y  hojas, en  bolsas de color verde, mientras que los desechos inorgánicos (botellas de vidrio,  plásticos, tetrapaks, vidrios) son depositados en bolsas de color amarillo», señaló.
 
Por otro lado, los residuos peligrosos y contaminantes como jeringas, agroquímicos, pólvoras, baterías de carro y pilas, se depositan en bolsas amarillas con una cinta roja.
 
La  basura es recolectada por un camión municipal. Cada mes se recoge un promedio de 60 toneladas de basura, la misma que genera ganancias económicas y agropecuarias.  
 
El responsable del proyecto señala que los residuos tóxicos pasan directamente al relleno sanitario para ser sometidos a un proceso de tratamiento que busca reducir la contaminación del ecosistema.
 
Entretanto, los  residuos inorgánicos son reciclados para ser vendidos a empresas acopiadoras, lo que ayuda a las familias a generar sus propios ingresos.
 
Próximamente, el centro de reciclaje pasará a llamarse Planta Recreacional de Tratamiento de Residuos Sólidos, pues podrá ser visitada por las familias del VRAE, cuyos miembros se distraerán en las cinco hectáreas que ocupa ese complejo, realizando tareas de pesca en piscigranjas, visitas a las granjas de cuyes.


El lugar también contará con piscinas y explanadas para contemplar la naturaleza de la selva.