El año pasado Ko’wen Poetsath se convirtió en el primer modelo de empresa social de un ECA con la participación de 10 comunidades nativas yaneshas. Un importante paso para la conformación del Ejecutor de Contrato de Administración Amarcy (ECA Amarcy).
La organización indígena de nivel técnico que coadministra, de la mano con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), la Reserva Comunal Yanesha. Esta reserva, ubicada en la provincia de Oxapampa, en Pasco, fue creada en 1988 y constituye un hito en la historia de las Reservas Comunales del Perú, ya que se trata de la primera con la que el Estado peruano firmó un contrato de cogestión con pueblos indígenas.
Cacao para resistir
Hoy en día, el pueblo originario Yanesha está catalogado en riesgo de extinción. En ese camino, ante el abandono del Estado, las 10 comunidades nativas y seis anexos beneficiarios de la Reserva Comunal Yanesha han comenzado a aplicar, de manera autónoma, una estrategia para garantizar su vida. Esto mediante la protección de sus recursos de la mano de empresas del sector privado interesadas en las cadenas de valor de los diversos productos obtenidos de forma sostenible en su territorio, entre ellos el cacao.
El último viernes, Inforegión conversó acerca de este tema con el vicepresidente del ECA Amarcy, Víctor Eliseo Espíritu López, especialista en vigilancia, monitoreo y conservación de bosques, quien visitó la capital para participar en el Salón del Cacao y Chocolate 2023.
Como se recuerda el Salón del Cacao y Chocolate es un evento anual que busca integrar a los diferentes agentes económicos nacionales e internacionales de la cadena productiva del cacao con el objetivo de promover la actividad comercial del cacao y derivados en el mercado nacional e internacional.
En la XIV edición del Salón, realizado del 13 al 16 de julio, la empresa Ko’wen Poetsath, a cargo del ECA Amarcy, presentó por segunda vez los chocolates «Eshpe» y «Koyanesha». Dos productos elaborado a base de cacao nativo y criollo de fino de aroma por las comunidades nativas de la Reserva. “En esta oportunidad estamos viniendo por segunda vez. La primera vez que participó Amarcy como asociación, en 2019, fue ganador del mejor chocolate de este evento de cacao”, recordó el vicepresidente del ECA Amarcy.
Construyendo sostenibilidad cacaotera
Actualmente, uno de los principales retos que enfrenta la empresa social Ko’wen Poetsath es el desafío de mantener a flote su sostenibilidad financiera. Pues, esta representa una herramienta fundamental para mejorar los ingresos de las mujeres y los hombres productores yanesha, precisa Espíritu López.
“En la Reserva Comunal Yanesha necesitamos agua, desagüe, buenas vías de acceso y mejorar en todo el tema productivo. Por eso, a través de Amarcy se está impulsando mucho la producción de cacao y también el tema del turismo. Este negocio está aportando bastante, ya hay menos intermediarios, entonces, los comuneros ganan un poco más, se les paga justamente y directamente a ellos. Por eso, necesitamos que se prioricen más proyectos para cacao”, explicó.
Por otro lado, en relación a otros aliados estratégicos que están contribuyendo en el desarrollo de Ko’wen Poetsath, cuyo significado en yanesha es ‘Hermoso Bosque’, el vicepresidente del ECA Amarcy resaltó la labor de la Asociación Nacional de Ejecutores de Contrato de Administración de las Reservas Comunales del Perú (Anecap) por impulsar acciones de conservación en sus bosques, reconocer la gobernanza territorial y valorar sus capacidades productivas y comerciales.
“Anecap [Asociación Nacional de Ejecutores de Contrato de Administración de las Reservas Comunales del Perú] está trabajando bastante con las ECAS. Nosotros hemos creado una empresa social para poder entrar en la competitividad, pero para eso necesitamos financiamiento que ayude a fortalecer la empresa y mejorar la calidad de vida de la Reserva Comunal Yanesha”, señaló.
Finalmente, el representante del pueblo indígena Yanesha exhortó al Gobierno a visitar la Reserva Comunal Yanesha para escuchar las demandas de las comunidades nativas con el propósito de brindar más talleres, capacitaciones y asesoramiento agrícola y de comercialización.
“El gobierno tiene otra mirada, mira desde arriba para abajo. Tendría que aterrizar en las comunidades para que pueda ver las verdaderas necesidades y de acuerdo a eso lanzar proyectos que sean necesarios y productivos que nos fortalezcan para mejorar nuestra calidad de vida”, concluyó.