La corrupción que existe al interior de las instituciones que debieran impedir el ingreso del kerosene al valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, es la responsable de que este insumo químico siga alimentando los laboratorios de elaboración de pasta básica de cocaína del narcotráfico en esta parte del país, sostuvo el experto en temas de seguridad y tráfico de drogas Rubén Vargas.
En conversación con el programa radial Diálogo Ciudadano, que produce INFOREGIÓN, el analista explicó que esto se deja ver en que la cantidad de kerosene disponible en el VRAE no se ha reducido, pero sí ha aumentado su precio por galón.
Vaergas precisó que de costar entre 15 y 20 nuevos soles, el precio del kerosene se ha duplicado a entre 45 y 50, hecho que se explica por el incremento de los «costos operativos» que asumen quienes se dedican a la ilegal actividad.
«La medida tomada por el gobierno debía haber impedido el ingreso del combustible al VRAE, pero por la información de campo que tenemos y por las visitas que hemos realizado a esta parte del país, [sabemos que] definitivamente esta prohibición no tiene mayor efecto en la medida que el kerosene sigue entrando al VRAE y sigue alimentando al mercado negro del narcotráfico», comentó el analista.
Por lo expuesto, Vargas Céspedes se animó a reiterar – tal como lo sostuvo la semana pasada en una columna del diario El Comercio – oue el Kerosene definitivamente goza de muy buena salud en la cuenca cocalera del Apurímac – Ene, y que la «buena intención» del gobierno de prohibir su comercialización en el VRAE no ha tenido un efecto concreto.
Controles que no controlan
El analista comentó, en otro momento, que existen controles en las rutas de ingreso al VRAE que al parecer no estarían cumpliendo su función, como los cuatro existentes en la carretera Quinua – San Francisco, uno de los principales puntos de ingreso al VRAE.
En esta vía – señaló – los puestos policiales ven pasar a diario a camiones cisterna que llevan en su interior al kerosene, sin embargo no son detenidos porque «el poder corruptor del narcotráfico está presente».
«Más allá de marcos legales y medidas tendientes a controlar los insumos químcos, el gran problema que existe en el VRAE y en el Huallaga es la corrupción cada vez más fuerte dentro de las mismas instituciones públicas que están encargadas de controlar el ingreso de insumos químicos», estimó al recomendar al Estado continuar con el proceso de reforma policial iniciado durante el gobierno del ex presidente Alejandro Toledo.
«En el actual [gobierno, la reforma] no se ha continuado y por el contrario ha habido un retroceso importante en el control de la corrupción que definitivamente tiene mucho que ver con la dimensión del problema del narcotráfico», consideró.
«Definitivamente, mientras el comando policial encargado esté con el objetivo de perseguir a los pishtacos y a los que sacan grasas para venderla a los alemanes, el narcotráfico gozará de buena salud y seguirá creciendo», finalizó.