Ni olvido ni perdón. En medio de las discusiones si es que a los ex senderistas se les debería permitir alguna clase de participación política pública activa, se han encontrado en Junín una escalofriante cantidad de 11 fosas llenas de restos de víctimas de Sendero Luminoso en la época del terrorismo.
Son 23 los cuerpos que fueron encontrados y solo dos han podido ser identificados. La conmoción fue muy grande, ya que se hallaron cuerpos de adultos, jóvenes y hasta niños. Se informó que los restos serían de campesinos y nativos secuestrados por Sendero Luminoso cuando estos querían consolidar sus bases de apoyo.
«Tanto Feliciano como el camarada José, cumplían ordenes de Abimael Guzmán y una de esas directivas era consolidar las bases de apoyo. Eso significaba sembrar el terror por donde pasaban, secuestraban a las personas y no importaba si eran hombres, personas, niños», aseguró el General PNP José Baella, jefe de la Dirección Contra el Terrorismo.
«Hay cadáveres que se pueden identificar facilmetne, por la ropa o por alguna característica principal», agregó Baella, quien formó parte del operativo «Las voces de la verdad» que ha venido trabajando la Dircote desde hace meses.
Algunas personas que residentes de Pangoa, Satipo y Río Tambo se acercaron a las fosas para ver si es que podían identificar a algunos de sus parientes desaparecidos en la década del terror en el Perú.
«Tenían tres modalidades para matar inocentes. Usaban el voluntariado para engañarlos y asesinarlos. También usaban la ‘limpieza’ a quienes se oponían a su ideología. La otra era deshacerse de los enfermos», comentó Baella para poder explicar el motivo de las varias desapariciones.
Se informó que los cuerpos de las víctimas serán enviados al Ministerio Público y se espera que puedan ser reconocidos.