Diversas amenazas han recibido los principales magistrados encargados de administrar justicia y sentenciar a los narcotraficantes del llamado ‘cártel de Tijuana’.
Estas amenazas están lejos de ser una broma de mal gusto, pues hace meses el vocal Saturno Vergara fue asesinado a balazos por oponerse al arresto domiciliario de los integrantes del cartel.
Según un reportaje del programa ‘Cuarto Poder’, de América Televisión, tres meses después del asesinato, un atentado en la casa de la vocal Ana Luzmila Espinoza hizo recordar las amenazas. No solo eso, en agosto del año pasado la policía frustró la fuga de los narcotraficantes cuando planificaban simular un motín.
Entre los cabecillas del alzamiento figura Miguel Ángel Morales, sentenciado a 9 años de prisión, y Marco Antonio Cano, a 13 años de cárcel. Ante la evidencia, el fiscal del caso, Pedro Chávez, decidió interponer un recurso de nulidad contra la sentencia por considerarla benévola. Pero ese mismo día, luego de recibir la visita Delcy Marculupu, abogada de Cano Gonzales, el representante del Ministerio Público recibió una llamada inquietante.
El fiscal está seguro que era la voz de Marco Antonio Cano. Fue una amenaza: «Estamos vigilándolo, ya deje usted de mover papeles, deje las cosas como están, porque sino a usted le pasará lo mismo que a su colega».
Ahora existe un natural temor entre los magistrados en seguir la suerte de Saturno Vergara. Con un pequeño e insuficiente dispositivo de seguridad, el mensaje de la mafia para los jueces estaría a punto de cumplir su objetivo de amedrentamiento.