MADRE DE DIOS. La castaña es un emblemático producto de nuestra región amazónica. Ocupa alrededor del 30% de la superficie del departamento de Madre de Dios y se posiciona cada vez más en los mercados internacionales por su alto valor nutricional. No obstante, existen reclamos alrededor de esta nueva industria que han desembocado en una serie de quejas entre los castañeros. Por ello, el Consejo Directivo de la Federación de Productores de Castaña de Madre de Dios (Feprocamd) ha convocado una movilización para el próximo lunes 14 en Puerto Maldonado.
«Lo que nos lleva a marchar es la inacción. Nosotros hemos viajado a Lima, hasta en tres oportunidades, para conversar sobre la posibilidad de instalar una mesa de dialogo en Madre de Dios. El Ministerio del Ambiente ha viajado a la COP27, pero a nosotros nos han dejado en nada. Esto nos obliga a entrar en protesta porque ya se han agotado los diálogos necesarios», sostuvo Juan Carlos Grifa, presidente de la Feprocamd, en entrevista para INFOREGIÓN.
Según el mismo dirigente, el único apoyo que han tenido llegó de parte del congresista de la región Madre de Dios, Eduardo Salhuana, quien viene impulsando una ley marco para el desarrollo de los negocios ambientales. Esto fue planteado en una reunión que sostuvo con especialistas, castañeros y empresas.
El problema que los castañeros ven en el negocio es que sea el Ministerio del Ambiente (Minam) el ente encargado de administrar y distribuir las ganancias que resultan de la venta de bonos de carbono a través de las iniciativas REDD+. Por ello, los castañeros afirman que tienen que ser ellos mismos quienes reciban directamente el monto de la venta de parte de la empresa privada con quienes se vinculan en esta comercialización.
«El congresista nos está ayudando en mantener la seguridad jurídica de los contratos de concesiones que tenemos con el Estado, porque ellos están, se podría decir, expropiando a nuestros contratos. Esto nos podría quitar autoridad en la libertad de comercializar nuestros productos«, advirtió el presidente de la Feprocamd.
Los bonos de carbono son importantes por su labor contra el cambio climático, pues su comercialización ha permitido a los usuarios del bosque (comunidades amazónicas, concesionarios) conseguir recursos para destinarlos a la protección y conservación de estos espacios naturales; y así enfrentar la deforestación producto de las actividades ilícitas. Grifa consideró que, por la trascendencia del tema, urge que las autoridades establezcan diálogos con los castañeros.
«Queremos que (las autoridades) bajen a la Amazonía. No estamos en contra de que se regule, pero que esto se adecúe a la realidad. El bosque ya no es como antes. Ahora estamos amenazados por la minería ilegal, (por) agricultores que vienen de otros lados a invadir o (por) el narcotráfico. No necesitamos que nos corten recursos. Nosotros hemos considerado a la empresa privada porque hasta hoy el Estado no nos ha dado ni un sol para cuidar el bosque», remarcó Grifa.