Numerosos jóvenes del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) han empezado a hacer realidad el sueño de la empresa propia y, con ello, insertarse dentro de una economía lícita, muy lejos de los cultivos de coca que terminan en manos de los narcotraficantes.
Con el apoyo de CEDRO y de las autoridades locales, estos jóvenes emprendedores de escasos recursos económicos aprovechan la potencialidad de la zona donde viven y le sacan la máxima rentabilidad a productos como el café. Hasta el momento se han conformado 25 iniciativas.
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