LORETO. Al despertar, Larry Anderson Pizango Reátegui miraba impresionado por su ventana el increíble paisaje que la vida le había regalado: inmensos árboles que tocaban el cielo, plantas y flores de todo tipo y color, y animales silvestres caminando libremente. Así fue como empezó a amar la naturaleza. Comprometido con su cuidado, enseñó, con el apoyo de diferentes profesionales, a sus paisanos de la comunidad de Centro América, en el Alto Amazonas, a inventariar sus árboles maderables que ayudará a protegerlos de la tala ilegal y deforestación.
“El calentamiento global es un gran problema que ya está afectando a todos los países, en especial al nuestro por la gran megadiversidad que posee y una de las zonas más devastada es la Amazonía, que es mi hogar, el de mi familia y el de mi comunidad”, explica el joven de 19 años, natural del distrito de Balsapuerto, provincia del Alto Amazonas, región Loreto. Señala que, aunque su iniciativa es pequeña, todo cuenta al momento actuar para proteger al planeta.
Como líder del proyecto, Larry gestionó para que unos 20 pobladores de su comunidad reciban charlas por parte de ingenieros forestales, ingenieros agrónomos y abogados sobre la forma más adecuada de cuidar sus parcelas de cultivo, las cuales usan para la siembra de plátano, yuca, maíz, entre otros productos. Todos estos conocimientos contribuirán a que ellos practiquen la agricultura, la actividad más importante de la zona, de manera mucho más responsable.
Otro aspecto importante de la capacitación es que se logró inventariar los árboles de los comuneros, en la que se tomó en cuenta el volumen, la especie y la longitud. “Ahora, los pobladores pueden seguir estos pasos y realizar sus mismos inventarios, y reconocer qué árboles son maderables y cuáles son frutales”, señala Larry, quien estudia Administración Industrial en Senati Yurimaguas, becado por el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación.
“Gracias a este proyecto, mis paisanos podrán vender los árboles a un precio más justo y de manera sostenida, porque ya conocen cómo debe ser el proceso para no deforestar nuestra selva que es nuestro pulmón verde”, agrega el futuro profesional. Señala que hay muchos árboles que no solo se usan para la madera, sino también algunos tienen propiedades medicinales que sería bueno investigar para así aprovecharlos de manera más consciente y responsable sin dañar al medioambiente.
Larry cuenta que la iniciativa surgió luego de ser capacitado sobre agentes ambientales y educación ambiental por parte del Gobierno Regional de Loreto, donde compartió experiencias con profesionales de diferentes rubros. A pesar que era el más joven, no dudo en proponer la idea a los demás, la cual fue bien recibida. Para el inicio de las actividades del grupo, se contó con el apoyo de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) y el Proyecto Especial Datem del Marañón, Alto Amazonas, Loreto y Condorcanqui (Pedamaalc). Espera replicar el proyecto a las demás comunidades.
“A los jóvenes les pido que participen en acciones que contribuyan al cuidado del medioambiente, no por nosotros, sino por las nuevas generaciones. Aún estamos a tiempo de cambiar esa realidad”, señala el joven, quien creció en una familia numerosa y de escasos recursos económicos. Larry supo desde niño que solo con los estudios podría cambiar su destino y el de los suyos. Por eso, estudiaba con dedicación y alegría acompañado de la paz de la naturaleza en su querida comunidad Centro América, ubicada al margen derecho del río Paranapura.
Al culminar el colegio, Larry quería convertirse en profesional, pero un duro revés de la vida hizo que se detenga, ya que su madre, la persona más importante para él, falleció. “En este momento, no sabía qué hacer, pero recordé que mi mamá quería que fuera alguien en la vida, así que en su memoria no me rendí. Postulé y gané Beca 18, modalidad Comunidades Nativas Amazónicas, ahora solo me falta un ciclo para culminar mi carrera y estoy muy feliz porque sé que ella está orgullosa de mí”, dice el talento mientras mira al cielo y envía un beso a su ángel guardián: su amada madre.