A fin de acelerar un nuevo proceso electoral, esta semana la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso aprobó, con 15 votos a favor y 9 en contra, el adelanto de la segunda legislatura para el 15 de febrero y que concluirá el 15 de junio. La iniciativa, impulsada por el presidente del Parlamento, José Williams, deberá pasar al Pleno y ser aprobada, con al menos 87 votos para que pueda entrar en vigencia.
No obstante, si bien se ha previsto debatir, durante dicho periodo, las reformas constitucionales y la posibilidad de nuevas elecciones generales en 2024, algunos parlamentarios, entre ellos, Susel Paredes, Digna Calle y Víctor Cutipa, señalan que el Congreso debería actuar con mayor celeridad debido al descontento popular.
En medio del debate, especialistas como Fernando Tuesta Soldevilla, exjefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), confirman que esta solo sería factible, si el Gobierno convoca a elecciones con fecha límite hasta el próximo mes de marzo. Al respecto, José Manuel Villalobos Campana, maestro en Derecho Electoral, explica la viabilidad de una de las demandas más exigidas en las calles en el marco del paro nacional.
“Si bien es cierto, lo ideal era hacer la elección dentro de los plazos óptimos que demandan más de un año, es decir, abril 2024, la crisis demanda una respuesta inmediata de dar una salida a esta situación: hacer la primera y segunda vuelta en el último trimestre del año, con lo cual podríamos hacer el cambio de mando el 31 de diciembre”, explica Villalobos.
Para ello, el abogado propone recortar las elecciones internas, también llamadas primarias, de cada partido e implementar el mismo cronograma de las recientes elecciones regionales y municipales, las cuales se realizaron en octubre del año pasado y demandaron alrededor de nueve meses. Asimismo, Villalobos remarcó que esa sería la demanda más próxima a resolver.
“Si replicamos esos plazos, podríamos tranquilamente este año tener la elección en octubre, a fines de noviembre la segunda vuelta y a fin de año haber hecho el cambio de mando, con lo cual creo que habríamos podido dar una salida a la crisis”, explica.
“No se pueden atender todas las demandas, porque no todas se pueden resolver de la noche a la mañana, seguramente pasarán años para que se puedan resolver todas. Pero, sí creo que adelantando las elecciones, buscando rápido un cambio de Gobierno y del Legislativo podría traer tranquilidad. No van a dejar de reclamar seguramente algunos, pero otros entenderán que ya se dio un paso”, agrega.
Respecto a las declaraciones de ciertos congresistas que se han mostrado en contra del adelanto de elecciones, como Jorge Montoya, debido a que argumenta que se estaría desconociendo la Constitución, el especialista opinó que la postura del parlamentario de Renovación Popular deja de lado el contexto social que atraviesa el Perú.
“Darle esa interpretación de que si renunciara la presidenta de la República, solo se debería convocar elecciones presidenciales es hacer una interpretación muy literal de la Constitución. Una elección del presidente de la República no puede estar aislada, ya que sería un presidente nuevamente elegido sin tener una bancada en el Congreso, con lo cual sería lo mismo, porque no habría gobernabilidad”, remarcó el especialista.
“Hay congresistas, como el señor Montoya, pero también hay congresistas de izquierda, que no quieren el adelanto de elecciones y quieren que se cumpla el mandato constitucional que vence el 2026. Pero, creo que no perciben cuál es la situación actual y creen que quiénes demandan son unos pocos que no deberían ser escuchados. Es muy difícil gobernar cuando la mitad de la población está en contra tuya, así es difícil darle gobernabilidad al país”, agregó.
Intromisión de parte de partidos políticos en los procesos electorales
En relación a la búsqueda de reformas constitucionales para recortar el mandato de los titulares del Jurado Nacional de Elecciones y de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, que han intentado impulsar legisladores como Rosselli Amuruz, Adriana Tudela, Norma Yarrow, Patricia Chirinos, Diego Bazán y María Córdova de Avanza País, Villalobos consideró que ello significa una intromisión de parte de los partidos políticos en los mecanismos electorales.
“Creo que está sonando a pretexto el hecho de que no se quiera adelantar más la elección por supuestas reformas que se quieren aprobar. No pueden ser un tapón para que se vaya el adelanto de elecciones. Tranquilamente, se pueden aprobar ahora, pero no necesariamente esas reformas van a solucionar los problemas de representación que tenemos”, mencionó.
“Lo que hay que reformar es el tamaño del Congreso, son 130 congresistas, ¿es suficiente para representar a 30 millones de peruanos? ¿Están bien distribuidos? La gente no sabe quién es su congresista. Hay que hacer un rediseño de la distribución de los escaños para mejorar la representación, Esa es la discusión que no se ha hecho y no creo que se haga aún”, resaltó.
Finalmente, el director de IPDE hizo un llamado al Congreso para desarrollar el proceso de adelanto de elecciones en favor del país. “Seamos optimistas que el Congreso lo va a aprobar, en caso contrario las protestas se van a incrementar y podríamos seguir lamentando hasta más muertes, que es lo que no se quiere”, concluyó el abogado.