El narcotraficante mexicano Arturo Beltrán Leyva, uno de los «capos» más buscados del mundo, fue abatido anoche en Cuernavaca en un violento enfrentamiento con las fuerzas de seguridad mexicana.
De acuerdo a informaciones oficiales, además de Beltrán Leyva murieron otros cuatro presuntos miembros del cártel del Golfo, uno de los más poderosos y brutales de México.
No se dieron a conocer los nombres de las otras cuatro víctimas pero se indicó que formaban parte de su equipo de seguridad.
Beltrán Leyva figuraba en la lista de los 24 «capos» más buscados de México y por su captura el gobierno ofrecía una recompensa de 2,3 millones de dólares.
Desde inicios de este año la violencia ocasionada por el narcotráfico en este país ha ocasionado la muerte de mas de 7.000 personas sobre todo en Ciudad de México, y en los estados norteños de Chihuahua, Sinaloa y Sonora.
Su perfil delictivo
Según reseña el diario El Universal de México, Arturo Beltrán Leyva, alias «La Muerte», «El Barbas» o «El Botas Blancas», figura en la lista de los narcotraficantes más buscados del mundo, con influencia desde Colombia hasta Estados Unidos, en tanto que en México, sus operaciones delictivas le permitieron infiltrar las más importantes instituciones de seguridad.
Estaba considerado por la Procuraduría General de la República, PGR, como el máximo jefe de la organización criminal que conformó junto con sus hermanos Héctor y Alfredo, siendo comandantes del Cártel de Sinaloa, organización criminal liderada por Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo».
Sin embargo, a raíz de la detención de uno de sus lugartenientes, los Beltrán Leyva culparon a «El Chapo» de traición, convirtiendo a Sinaloa en escenario de violentos enfrentamientos entre narcotraficantes y provocando la muerte, entre otros muchos, del hijo de Joaquín Guzmán Loera y de Edgar Millán Gómez, director de la Policía Federal Preventiva, PFP.
Tras su rompimiento con el cártel de Sinaloa en el 2008, los Beltrán Leyva se unieron a los nuevos jefes del cártel del Golfo, la organización criminal conocida como «Los Zetas», lo que llevó al gobierno de Estados Unidos a interferir legalmente en la infraestructura financiera de los Beltrán Leyva, a fin de apoyar a las autoridades mexicanas en su captura.
Los Beltrán Leyva extendieron su dominio por varios estados mexicanos como Guerrero, Chiapas, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, estado de México y el Distrito Federal y operan en las regiones de Cuautla, Jojutla y Cuernavaca, esta última, su zona de operaciones desde su rompimiento con el cártel de Sinaloa, en enero de 2008.
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