IPRODES expresa su preocupación por niños reclutados forzosamente por Sendero Luminoso

El Instituto Promoviendo Desarrollo Social IPRODES, a través de su equipo de Incidencia en Derechos Humanos y Democracia, expresó su  preocupación por la situación de niños y niñas reclutados forzosamente por Sendero Luminoso.

El equipo de trabajo, dirigido por Ronald Gamarra, actual secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, recordó que desde los años del conflicto armado interno, Sendero Luminoso secuestró, explotó y retuvo forzosamente a niños y niñas de las zonas más pobres del país para utilizarlos en sus acciones armadas y hay evidencia creciente de que esta grave práctica continúa como se ha demostrado en los últimos reportajes e informes propalados por los medios de comunicación.

El manifiesto censuró además que en las zonas del país donde aún existen remanentes senderistas, como en el valle de los ríos Apurímac y Ene, las columnas dirigidas por  “Alipio” y José Quispe Palomino, sigan empleando a niños y niñas en sus acciones de violencia.

Doblemente víctimas

Sobre la información presentada por los medios de comunicación sobre los denominados “niños pioneros” o “niños de Sendero”, que demuestran con imágenes fotográficas y de video la existencia en estas columnas de un número amplio de niños y niñas, sometidos a adoctrinamiento, prácticas militares y uso de armas de fuego,  señala que está de acuerdo con informar sobre el tema y la urgente necesidad de tomar medidas al respecto, pero cuestiona el  modo en que esta información es gestionada y presentada a la opinión pública.

IPRODES, expresa su preocupación que no haya un protocolo para el tratamiento de esta información, y que información sensible y que incluso puede poner en riesgo la vida de los niños y niñas llegue a los medios de comunicación sin un procedimiento, recomendaciones y tratamiento adecuado por parte de las autoridades.

Lamenta además que no se colocaran recuadros, filtros u otro tipo de métodos para desenfocar la imagen de sus rostros. Todo lo contrario, se puso énfasis en mostrarlos sostenidamente, exponiéndolos por largo tiempo ante las audiencias.

La institución recuerda que  existe una normatividad internacional que protege a los niños y niñas que son usados como soldados en conflictos armados.

A nivel nacional el Código de Niños, Niñas y Adolescentes, en su artículo 6° señala que “cuando un niño o adolescente se encuentre involucrado como víctimas, autores, partícipes o testigos de una infracción, falta o delito, no se publicará su identidad ni su imagen a través de los medios de comunicación”.

También hizo un llamado de atención sobre los efectos que este tipo de tratamiento puede ir generando en la opinión pública sobre todo por el estilo y contenido del discurso de los reportajes televisivos (no así el de la revista Caretas) que ha mostrado a los niños y niñas como seres peligrosos, como una amenaza para la sociedad, culpables de crímenes atroces.

Finalmente pidió se tome en cuenta al presentar información sobre niños y niñas en situaciones como las descritas, medidas para no revictimizarlos y protegerlos e invocó a las autoridades, al movimiento de derechos humanos, y a la comunidad internacional a estar vigilantes para que cualquier acción que se tome se realice garantizando los derechos de estas niños y niñas, víctimas del terrorismo.