Ocho empleados del Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) serán investigados por la Policía Ecológica por haber pretendido apoderarse de un lote de maderas de propiedad de la comunidad nativa Nueva Luz de Ara.
Como se recuerda, INRENA intervino en días pasados un cargamento de 204 troncos de caoba, 63 de cedro y tres copaibas. Posteriormente un abogado pretendió apoderarse de la madera de los comuneros y para ello contó con la ayuda de funcionarios de alto rango del INRENA que le facilitaron la documentación necesaria para que lo incautado pase a poder de otras personas.
Las investigaciones hasta el momento señalarían al jefe del INRENA de Ucayali, Franklin Sandoval Sifuentes, y al funcionario Carlos Cubillas, de manejar documentos con el objetivo de remitir el recurso maderable a otros dueños.
Las indagaciones determinarán cómo es que consiguieron otras guías con facturas de otras personas, pasando por alto a los verdaderos dueños. Mientras tanto, los comuneros de Nueva Luz de Arara, de la jurisdicción de Atalaya, que no entienden mucho de estas cosas, lo único que reclaman es la devolución inmediata de su madera.