En Monterrey, México, unos 600 policías fueron acuartelados de manera inesperada durante dos días para someterlos a cinco pruebas distintas que permitirán determinar si tienen vínculos con el tráfico ilícito de drogas o no, y como consecuencia de ello si son expulsados del cuerpo policial o si permanecen en él, informó el alcalde de la ciudad, Fernando Larrazabal.
Según indican diversos medios de comunicación internacionales, el Ejército mexicano y agentes estatales se encargarán de la vigilancia de la ciudad durante el período.
Cabe indicar que el Ejército ha documentado que la policía de Monterrey está infiltrada por el crimen organizado y que muchos de sus miembros trabajan para el grupo conocido como “Los Zetas”.
Del mismo modo, hay que señalar que varios agentes han sido detenidos en los últimos meses por colaborar con cárteles del narcotráfico y se ha descubierto que incluso algunos policías secuestraron ciudadanos para entregarlos a la delincuencia organizada, que se encargaba de extorsionarlos o asesinarlos.
«Hoy venimos a iniciar con el nuevo Secretario y de la mano de la Comisión Ciudadana, un acuartelamiento y durante los próximos dos días a los tres turnos que tiene la Policía regia, cada uno de los efectivos de la corporación van a ser sujetos a cinco evaluaciones», precisó Larrazabal.
«Entendemos que este será un momento amargo, especialmente para los buenos policías, que son los más. No podemos (permitir) que, por el mal desempeño de algunos policías que en los últimos días han manchado el nombre de la corporación, se manche el trabajo de toda la Policía regia», , apuntó el burgomaestre.