Invertirán USD 554 millones para la recuperación de la agricultura familiar

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), agencia de las Naciones Unidas para el desarrollo rural, destinará USD 554 millones para sostener la agricultura familiar en América Latina y el Caribe durante la crisis de la Covid-19. El objetivo es contribuir a su recuperación y modernización una vez el impacto de la pandemia haya pasado.

“Parar la expansión del virus es prioritario, pero es necesario también garantizar que la crisis sanitaria no desemboque en una crisis alimentaria. Para evitarlo es imprescindible garantizar la capacidad productiva de los pequeños agricultores que juegan un papel clave a la hora de poner alimentos saludables en la mesa de la gente”, aseguró Rossana Polastri, directora del FIDA para América Latina y el Caribe.

Asimismo, el FIDA ha identificado USD 34,9 millones que ya están siendo utilizados como fondos de respuesta rápida para hacer frente a las prioridades más urgentes. Estos fondos permitirán ampliar el periodo de ejecución de los proyectos de desarrollo rural en marcha y seguir utilizando la experiencia y los conocimientos de los profesionales que trabajan en ellos para apoyar a los agricultores familiares en dificultades.

Por otra parte, la cartera de proyectos financiados por el FIDA en la región, cuyo monto asciende a USD 1300 millones (554 millones de financiación FIDA y 772 de financiación adicional movilizada por el Fondo), se adaptará para contribuir a la recuperación una vez que se levante el confinamiento, informó la agencia de las Naciones Unidas para el desarrollo rural a INFOREGIÓN.

“Miramos ya hacia el futuro y discutimos con las autoridades de América Latina y el Caribe como los proyectos abordarán los desafíos que la Covid-19 dejará atrás. Nos enfocaremos en actividades de recuperación temprana y de amplio impacto, en línea con los planes nacionales de recuperación y reactivación económica diseñados por los Gobiernos”, explicó Rossana Polastri.

Los nuevos proyectos que están en este momento en fase de diseño y que supondrán una inversión adicional cercana a los USD 1.200 millones (250 millones de fondos FIDA y 950 millones de fondos adicionales) seguirán lo que la directora del FIDA para América Latina y el Caribe ha denominado “enfoque 3R: Recuperación, Reactivación y Resiliencia”.

El objetivo fundamental de las operaciones del FIDA, tanto de las que se encuentran en curso como de las que están en proceso de diseño, será conseguir que los agricultores y hogares rurales puedan recuperar su actividad económica lo más rápido posible. Para ello, se están desarrollando medidas como simplificar los procesos de desembolso de dinero para beneficiar a grupos más grandes de agricultores a un ritmo más rápido.

Asimismo, mejorar el acceso a los programas públicos de adquisición de alimentos; fortalecer las cadenas de suministro locales; desarrollar herramientas digitales para ayudar a los agricultores a comerciar con sus productos, posibilitando la conexión directa con los consumidores; fomentar el uso de infraestructuras y prácticas agrícolas verdes que garanticen la sostenibilidad de la producción incluso en un contexto de cambio climático; y brindar asistencia técnica a los Gobiernos para fortalecer las sinergias entre los programas de fomento de la producción agrícola y de protección social.

“Las crisis son oportunidades para el cambio. Deberíamos aprovechar el desafío que plantea la COVID-19 a las sociedades de América Latina y el Caribe como una oportunidad para reconocer el papel esencial que los agricultores familiares juegan en la sociedad, y proporcionales los medios que necesitan para prosperar. Su bienestar es la única garantía de la seguridad alimentaria de todos”, declaró Rossana Polastri.

 

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