Una sorpresiva intervención encabezada por el jefe de la sexta región policial, coronel Víctor Guerrero en plena selva permitió la desactivación de un aserradero ilegal dedicado a explotar hasta tres especies forestales sin contar con guías de remisión.
En el aserradero, que estaba en el caserío Santa Catalina, ubicado a la altura del kilómetro 43 de la carretera Federico Basadre, se encontraron maquinarias y doce mil pies cúbicos de madera, los que fueron trasladasos a los almacenes del ex Inrena.
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