Entre gallos y medianoche y sin consultar en ningún momento a los pobladores de la zona, la empresa minera Mi Mina Sac, viene ultimando los detalles finales para la instalación de una planta procesadora de Plomo, zinc y otros metales, en las puertas de Lima, en Cocachacra, apenas a 50 kilómetros de la capital.
La planta, que procesará los metales provenientes de las diferentes mineras que operan en Junín, Cerro de Pasco y Huancavelica; no cuenta con un adecuado Estudio de Impacto Ambiental, pone en riesgo la salud de más de cinco mil pobladores y amenaza con contaminar las hectáreas de frutales de paltas, chirimoyas, tunas y melocotones que se producen en la zona y distribuyen en Lima.
El miércoles pasado, en el anexo de Corcona, la empresa convocó a una audiencia pública para presentar un Estudio de Impacto Ambiental, EIA, que había preparado, pero éste fue rechazado por la población por falta de sustento técnico y faltar a la verdad.
Las organizaciones del distrito se movilizaron para exigir a la empresa que suspenda sus trabajos y elabore un Estudio de Impacto Ambiental detallado y con sustento técnico para garantizar que sus actividades no generarían contaminación en la zona.
Los dirigentes denunciaron que la planta de procesamiento de plomo y zinc descargará más relaves mineros sobre el ya contaminado Río Rímac, y afectará directamente la salud de la población y los cultivos de frutas de Cocachacra, un hermoso distrito ubicado en las serranías de lima, en la provincia de Huarochirí, en el km. 53 de la Carretera Central.
De propiedad de los hermanos Kruger Ortiz de Zevallos, la empresa minera Mi Mina Sac, viene equipando la planta desde el 2005 pero recién el año pasado los pobladores se dieron cuenta de la magnitud del nuevo vecino que tendrán al lado, por lo que elevaron sus protestas ante el Ministerio de Energía y Minas, a diversos congresistas y a la Municipalidad Provincial de Huarochirí, sin respuesta hasta el momento.
Mientras tanto la empresa presenta a quien quiere preguntar, un Estudio de Impacto Ambiental con gruesos errores y hasta mentiras. Dice por ejemplo que la distancia de la Planta respecto del centro poblado es de 8 kilómetros cuando en realidad estará apenas a 900 metros de la Plaza de Armas y asegura que en la zona no hay centros poblados, cuando en realidad existen dos a menos de 300 metros de distancia.
Asimismo, la empresa asegura que no dañará al ya castigado Río Rímac, pero el frontis del cerro en el que se pretende depositar los relaves, está pegado al paso del río, y asegura que los relaves será sellados sin procesarlos, en el fondo del cerro de roca volcánica y que esto garantiza que no habrá filtraciones, cuando en experiencias anteriores parecidas sí ha habido contaminación.