Instalan cámaras de video para monitorear lahares en volcanes Ubinas y Sabancaya

La temporada de lluvias en la sierra sur del país ya inició, lo cual, en la zona de los volcanes, da pie al descenso de lahares, flujos de lodo que discurren por las quebradas que nacen en los macizos volcánicos y generan la interrupción de vías de comunicación, daños a cultivos, infraestructuras de riesgo como canales, reservorios e, incluso, población asentada cerca a los cauces de las mismas quebradas.

Es por ello que el Instituto Geofísico del Perú (IGP), como institución responsable del monitoreo geofísico de la actividad volcánica en el país y los peligros asociados, ha implementado 2 cámaras de video para monitorear y alertar el descenso de lahares en las principales quebradas de los volcanes Ubinas y Sabancaya. Ambos equipos vienen capturando imágenes cada minuto, las que son enviadas en tiempo real a la sede del Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL) en Arequipa.

“Reiteradamente, durante los últimos años, los lahares que descendieron por la quebrada Volcanmayo han provocado daños en el valle de Ubinas, como la interrupción de la principal vía de acceso a este pueblo, así como daños en los puentes peatonales, etc., lo que genera el aislamiento de los poblados ubicados en este valle moqueguano. Del mismo modo, en el caso del volcán Sabancaya, lahares que descienden por la quebrada Huayuray-Pinchollo han provocado en continuas ocasiones la interrupción de la carretera Chivay-Cabanaconde-Huambo”, explica el Ing. José Del Carpio, coordinador del CENVUL.

¿Cómo acceder a estas imágenes?
Las fotografías capturadas en tiempo real por estos equipos están disponibles libremente para ser visualizadas en la página web del CENVUL (https://www.igp.gob.pe/servicios/centro-vulcanologico-nacional/volcanes-monitoreados). Del mismo modo, también se vienen mostrando en la aplicación móvil “Volcanes Perú”, disponible en la Play Store, iOS Store y App Gallery.

“Los COER de Moquegua y Arequipa ya cuentan con acceso permanente a estas imágenes. Para la detección y alerta de lahares, además de las cámaras, el IGP emplea las estaciones sísmicas instaladas en las cercanías de las quebradas. Los sismómetros registran la vibración inicial del suelo por el descenso de un flujo superficial, la cual es corroborada con las cámaras para la inmediata emisión de las alertas dirigidas a las autoridades y población”, explica el Ing. Del Carpio.

DATO:
Un lahar es una mezcla de ceniza y fragmentos de roca volcánica de diversos tamaños que son arrastrados por el agua producto de lluvia o de la fusión de hielo o nieve, que reposa en las partes altas de un volcán. Estos flujos discurren rápidamente a lo largo de quebradas o ríos, a velocidades que varían entre 20 km y 60 km por hora.

El área a ser afectada por un lahar depende del volumen de agua y los materiales sueltos que son incorporados en el trayecto del flujo, informó el IGP a INFOREGIÓN.