Demostrando que una vez más la inseguridad ciudadana se hace presente en el centro poblado menor, el pasado fin de semana se descubrió el robo de 300 metros de cable de energía eléctrica, lo que provocó un apagón en varios sectores de la ciudad.
Según varios vecinos que fueron testigos del hecho, cuatro adolescentes se encargaron de dejar en penumbras a numerosas familias de la zona de Agua Dulce, cortando la electricidad y llevándose las líneas de cobre.
Este material es vendido a los chatarreros de Uchiza o Tocache, actividad que no viene siendo combatida por las autoridades respectivas. Al respecto, los vecinos demandaron que el serenazgo municipal intervenga de inmediato, redoblando el patrullaje, sobre todo en los llamados “conos” de Santa Lucía.