El Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) inauguró el taller de telares más grande del país que tiene capacidad para 340 internos artesanos, quienes demostraron su arte y trabajo en un desfile de modas.
La obra demandó una inversión de dos millones 107,987.40 nuevos soles y consistió en el levantamiento de tres amplios módulos en un área techada de 1,882.55 metros cuadrados con su respectivo equipamiento.
En la ceremonia de inauguración estuvo el vicepresidente del Inpe, Julio César Magán Zevallos; el viceministro de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia, José Ávila Herrera; el presidente regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima Núñez.
También el presidente de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, Tony Rolando Chongaray Segura; el alcalde provincial de Huamanga, Amílcar Huancahuari Tueros; el congresista José Urquizo Mejía, entre otras autoridades.
El jefe de trabajo del penal, Josué Leiva Mendoza, señaló que el 90 por ciento de la demanda de mantas viene de empresas comerciales externas que abastecen el mercado del Altiplano, incluso, de Bolivia. Asimismo, manifestó que 500 internos -entre hombres y mujeres- participan a diario en el taller de tejido artesanal.
El funcionario detalló que un interno tejedor demora en promedio de tres a 15 días en elaborar una manta y recibe por su trabajo entre 60 a 400 nuevos soles. Las mantas suelen tener una dimensión de 1.20 metros cuadrados y son utilizadas principalmente para carga, en especial de bebés y paquetes.
La actividad concluyó con un desfile de modas de internos hombres y mujeres, quienes mostraron en la pasarella variados artículos como correas, sandalias, vinchas, pashminas (tipo chal), canguros, bolsos, ponchos y otros.
El penal de Ayacucho tiene una población de 2,200 internos (2,000 varones y 200 mujeres), de ellos 1,000 participan en los talleres de trabajo.
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