Con el lema de “Imperdonable: destruir sus vidas”, el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (Mimdes) inició una masiva campaña nacional contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, y su titular, Virginia Borra, instó a las autoridades regionales, locales y a la comunidad en general a denunciar a quienes cometen este delito.
Aunque no hay datos estadísticos de la magnitud de este problema por el temor de los pequeños agraviados a denunciar el abuso, por fuentes oficiosas se sabe que en el 2006 unos 9,600 menores fueron víctimas de explotación sexual comercial y la mayoría se presentó en Lima, Cusco, Madre de Dios e Iquitos.
Se informó que los explotadores captan a sus victimas a través de redes, y organizaciones criminales en sus zonas de origen con conocimiento o engaño a los padres, previo pago o “enganche”, también se usa publicidad engañosa, ofertas de empleo bien remunerado (empleadas domésticas, meseras de bares, discotecas y otros), propuestas matrimoniales, agencias de modelaje, participación en concursos de belleza, jóvenes “enamoradores” además del contacto indirecto vía el Chat.
Una vez que la pequeña victima es alejada de su lugar de origen, son entregadas a proxenetas o dueños de establecimientos de venta de licor o locales nocturnos, en donde se las explota permanentemente.
Frente a ello, se viene implementando el Plan Nacional de Acción por la Infancia 2002-2010 que prevé la reducción de la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes y se han puesto en funcionamiento las casas de acogida para las víctimas e implementado la Línea telefónica 100, para efectuar denuncias gratuitas.