Se estima que el ingreso neto para la agricultura a nivel mundial disminuya en US$ 25 900 millones (15.9%) en 2023. En este año, la agricultura mundial afronta los efectos crecientes de la inflación. Ello se une a retos ambientales derivados de fenómenos climatológicos adversos. Todo ello ha incrementado los costos de producción del sector.
Al respecto, Claudio García, director ejecutivo de Ventas para Latinoamérica en ProducePay, dijo que “el sector agroalimentario vivió muy de cerca el incremento inflacionario derivado de la pandemia por Covid-19 y el actual conflicto entre Rusia y Ucrania”.
Resaltó que aparte del encarecimiento de los insumos (sobre todo fertilizantes) también se elevó el costo del transporte, “con escasez y poco desplazamiento en las zonas portuarias y finalmente esto tuvo una consecuencia directa en el precio de los alimentos.”
El precio de los fertilizantes a nivel global, en los últimos años, ha incrementado en un 36% y un 63% en gasóleo, según estudios recientes. A ello se añade que los gastos totales de producción aumenten en US$ 18 200 millones (4.1%) hasta alcanzar los US$ 459 500 millones en 2023.
Principales impactos en los agricultores
El aumento en los costos de producción disminuye el poder adquisitivo y afecta directamente el retorno de inversión de cada cosecha. También ocasiona fluctuación en los precios de los productos agrícolas. Es decir, una mayor volatilidad derivada del incremento en los alimentos, los costos y la especulación.
Otro efecto es un mayor nivel de deuda: los agronegocios se ven obligados a recurrir a créditos bancarios, prestamistas o cooperativas para poder continuar con sus operaciones. A ello se suma una limitada capacidad de crecimiento y expansión. Con menor liquidez, los agricultores no podían realizar inversiones necesarias en tecnología o terreno para crecer su negocio.
“Si bien los costos de producción de los alimentos han incrementado, también la demanda de alimentos lo ha hecho y lo seguirá haciendo. Es por eso que los agricultores deben hacer frente a este panorama económico a través de soluciones como la integración vertical, el acceso a nuevos mercados para la distribución de los productos y liquidez a través de fuentes de financiamiento que sepan y entiendan las necesidades enfocadas a la agricultura”, concluyó García Salgó.