Renzo Balarezo Cino, gerente general del Grupo Palmas, informó que Industrias del Espino, empresa que se encuentra en la provincia de Tocache, en la región San Martín, se vio obligada a paralizar la producción de su planta de biocombustibles como consecuencia de la competencia desleal que se ha generado con la presencia del biodiesel procedente de Argentina.
“Además de la competencia desleal se pretende cambiar en las reglas de juego, pues se propone una modificación a la Norma Técnica del Biodiesel, con una nueva exigencia al producto, lo que nos retira completamente del mercado, afectando la cadena de producción de la palma aceitera y a miles de palmicultores, que representan más del 60% de los cultivos de palma”, expresó el ejecutivo a INFOREGIÓN.
De acuerdo a Balarezo, el biodiesel de Argentina con subsidios ha invadido el mercado nacional, ocasionando que la única planta de este combustible en el Perú opere hasta hace dos meses a menos del 20% de su capacidad instalada, y que ahora las operaciones se encuentren completamente detenidas, generando millonarias pérdidas a toda la cadena productiva.
Asimismo indicó que en nuestro país las importaciones de biodiesel de Argentina con subsidios ya han logrado abarcar el 100% del mercado local, frente a lo cual Industrias del Espino S.A. presentó una nueva denuncia a la Comisión de Fiscalización de Dumping y Subsidios del Indecopi, demostrando el evidente daño al sector y a toda la cadena productiva.
Denunció también que existe la pretensión de incorporar nuevos parámetros en la Norma Técnica Peruana de Biodiesel, lo que dejaría de lado toda posibilidad de producción del Biodiesel en base a la palma, única materia prima nacional y uno de los cultivos alternativos más exitosos en el oriente peruano.
“El Biodiesel en base a la Palma Aceitera elaborado en el Perú cumple las normas más exigentes como los estándares establecidos por Europa, o por países tan cercanos como Ecuador o Colombia. Además, para la elaboración de la Norma Técnica Peruana vigente se tomó como referencia las Normas Técnicas de Estados Unidos y Europa”, agregó.
Con estos cambios se afecta gravemente al sector y desincentiva la inversión privada, frente a la decisión que se tuvo al instalar una planta de biodiesel de 50,000 toneladas anuales, articulando la producción con los palmicultores de los ex valles cocaleros, cumpliendo con las exigencias establecidas para la comercialización de dicho producto.
Cabe recordar que la Ley de Promoción del Mercado de Biocombustible, publicada en el año 2003, estableció como objetivo desarrollar una industria nacional, promoviendo cultivos alternativos -como la palma aceitera-, que contribuyan a la lucha contra el narcotráfico, tal como se ha dado en el oriente peruano.
Para el reglamento estableció un aporte del biodiesel de 5% desde el 2010, lo que representa un volumen de 260,000 TM anuales, de las cuales alrededor del 5% fueron abastecidas con producción nacional hasta antes de la paralización de la planta.
“La competencia desleal nos ha llevado a tomar esta difícil decisión de paralizar las operaciones de la planta, y pone en riesgo con un cierre definitivo con la pretensión de cambiar la Norma Técnica Peruana”, sentenció el gerente del Grupo Palmas.
Cabe destacar que el biodiesel de Argentina ya ha recibido sanciones por competencia desleal, así a fines del 2013 la Comisión Económica de la Unión Europea fijó aranceles definitivos a este producto de entre 216 euros y 245 euros por tonelada métrica.
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