La Asociación Regional de Pueblos Indígenas de la Selva Central ARPI, que agrupa a los nativos Ashaninka, Nomatsiguenga, Kakinti, Asheninka, Yanesha y Matsiguenga de la familia lingüística Arawak; cuestionó el actual proceso de reparaciones colectivas a las víctimas de la violencia política 1980-2000 que lleva adelante el gobierno, y estimó que excluye a numerosos pueblos y comunidades amazónicos afectados.
Mediante comunicado público ARPI denunció el desinterés del Consejo de Reparaciones por coordinar con las organizaciones indígenas corriéndose el riesgo “de perder la oportunidad histórica de un real reencuentro y reconciliación social y política entre pueblos peruanos con el gobierno y el estado”.
Por ello demandaron a las entidades de derechos humanos y de solidaridad nacional e internacional “acompañar, vigilar y observar el proceso de reparaciones a las víctimas de violencia emprendido actualmente por el Estado” y alertaron que el riesgo que se corre es la exclusión de las organizaciones indígenas legítimas en este proceso, la manipulación y utilización política de las reparaciones, falta de transparencia, invisibilización de las víctimas reales, inequidad, frustración entre los afectados y la oportunidad histórica de un real reencuentro y reconciliación social entre los pueblos peruanos con el gobierno y el estado.