Indígenas de América Latina vulnerables al COVID-19

La crisis global por la pandemia del COVID-19, conocido como coronavirus, ha concentrado la preocupación en las grandes ciudades. Sin embargo, un sector de la población mundial bastante vulnerable son las poblaciones indígenas. Respecto a ellos, diversos países de América Latina han empezado a tomar medidas.

En Colombia, por ejemplo, luego de la presión ejercida por las autoridades indígenas el último fin de semanas, el gobierno ha decidido cerrar dos de las áreas naturales y reservas más grandes del país: el Parque Tayrona y la Sierra Nevada de Santa Marta. Esto luego de que las autoridades colombianas confirmaran 34 casos positivos de coronavirus.

En ambas áreas de reserva se estima que viven alrededor de 30 mil personas indígenas pertenecientes a los grupos étnicos kogui, arhuaco, wiwa y kankuamo. La carencia de servicios y las pobres condiciones hospitalarias para estos pueblos, hicieron urgente la medida de prohibición de ingreso a los turistas.

Asimismo, el gobierno del departamento de Magdalena, que contiene al mayor porcentaje territorial del parque de la Sierra Nevada, ha prohibido todo tipo de actividades turísticas a nivel departamental.

En México la situación de los pueblos indígenas es de una vulnerabilidad similar, pero las autoridades aún no han tomados medidas drásticas. Este fin de semana, el senador del Partido Ecologista Verde, Manuel Velasco Coello solicitó al pleno del Parlamento tomar medidas preventivas que eviten el contagio y propagación del coronavirus entre los pueblos originarios.

De hecho, en México el último fin de semana no se cancelaron los eventos masivos ni las actividades turísticas, lo que ha generado fuertes críticas desde diversos sectores. Al parecer, las autoridades estarían subestimando el alcance del virus en este país que hasta ayer contaba con 53 casos de contagio confirmado.

En Perú la situación de incertidumbre es similar. Como lo ha señalado un artículo de Noticias Ser, el área más vulnerable son las zonas rurales donde la migración a las ciudades ha generado que la mayoría de la población en estas zonas sean adultos mayores. A eso se le suman factores como la pobreza y la falta de servicios que dificultan las medidas de limpieza necesarias para evitar el contagio.

 

Fuente: Servindi