El presidente regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, no solo es investigado por los presuntos delitos de homicidio calificado y asociación ilícita para delinquir, tras la denuncia del Ministerio Público por haber encabezado una mafia criminal que, además, atentó contra los recursos públicos.
Agentes de inteligencia antidrogas indagan si Álvarez Aguilar permitía la salida de cargamentos de droga en embarcaciones que zarpaban desde el puerto de Chimbote. Ello debido a que manejan información de que a cambio de cuantiosas dádivas económicas, la autoridad dejaba que salgan los navíos con estupefacientes.
Según fuentes consultadas por El Comercio, en este supuesto ilícito también estaría comprometido el mayor PNP (r) José Luis Carmen Ramos, presunto testaferro de Álvarez conocido como ‘Vladimirito’, quien se desempeñó hasta el 2007 como jefe de la Sección de Investigación Criminal de Chimbote (Seincri).
Los aparentes movimientos de narcotráfico también son seguidos por personal de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). La agencia internacional tiene a Chimbote como un punto importante en el inicio del flujo de cocaína que llega a México y EE.UU.
En ese sentido, las investigaciones apuntan a la aparente habilitación de un corredor para el paso de la droga que va desde Uchiza, pasa por Huánuco y acaba en Áncash, precisamente, en el puerto de Chimbote.
Las fuerzas combinadas del grupo Génesis y la División de Homicidios, que el jueves pasado iniciaron las detenciones preliminares de 29 personas vinculadas al entorno de Álvarez, fueron informadas de que Carmen Ramos cobró casi S/.30 mil en el 2006 para que la embarcación Linda Rocío partiera del puerto de Chimbote con unas 10 toneladas de droga.
En ese entonces, José Carmen estaba al mando de la Seincri y si bien Álvarez aún no asumía la presidencia regional, ambos ya se habían conocido por intermedio del suboficial Ricardo Patiño. Luego que fue dado de baja, el mayor PNP trabajó con Álvarez hasta la fecha.
El Linda Rocío fue hallado por la guardia costera de EE.UU. a 800 millas de la costa peruana, frente a Piura. Los agentes de inteligencia antidrogas le siguieron la pista a Carmen Ramos desde esa época.
LA SALIDA POR CHIMBOTE
Naciones Unidas ubica a Chimbote como la segunda de las tres grandes puertas para la salida de droga del país por vía marítima. La primera es el puerto de Paita, en Piura. En cifras del organismo, anualmente se produciría entre 350 y 400 toneladas de droga en el Perú, de las cuales unas 200 toneladas son enviadas por mar.
El 30% de esa cantidad, es decir, casi 60 toneladas, parten del puerto de Chimbote cada año. El crimen organizado hace a quienes lo ejercen controlar territorios y extender sus delitos”, se informó.
Flavio Mirella, representante para Perú y Ecuador de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, señaló que ya existen en el país rutas directas para la salida de la droga. Estas van desde las zonas de transformación de la hoja de coca en productos semiterminados como pasta básica, o terminados como cocaína, hasta empalmar con las vías que llegan hasta la costa.
“Las cifras sobre producción anual de droga están sujetas a constante revisión pues, como cualquier negocio ilícito, se busca siempre un mayor margen de producción con menores costos por insumos”, dijo a El Comercio.
“Los puertos en diferentes países son tomados por el crimen organizado para acaparar los movimientos ilícitos de mercadería. Actualmente el crimen organizado ve en los puertos la gran posibilidad de dedicarlo a movimientos para sus intereses”, acotó (Enrique Vera Caro/ El Comercio).