Incendios forestales, el clima y el hombre

Hasta mediados de agosto de 2021, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) ha emitido más de 370 alertas de incendios forestales, siendo los departamentos con mayor número de eventos: Cusco (66), Arequipa (61), Junín (47) y Puno (35). El Instituto Geofísico del Perú (IGP), en su rol gestor de estudios y monitoreo para la gestión del riesgo de desastres, considera que el 80 por ciento del enfoque sobre estos fenómenos es andina, al tratarse de acciones relacionadas con factores climáticos, pero también a quemas que se dan a inicios del año.

En el IGP se sostiene que la iniciación de un incendio forestal, en otras latitudes, probablemente esté asociado a factores climáticos y vegetativos, pero que en el Perú preocupa más que estos eventos se presenten en las montañas amazónicas, como los ocurridos hace unos días en el valle de Urubamba y en la provincia de La Convención, cerca al parque arqueológico Choquequirao. Después de casi dos semanas, se sabe que estos incendios han arrasado cerca de 200 hectáreas de campos vegetativos y cultivos.

En el año 2019, el IGP observó que el incremento severo de estos incendios forestales guarda relación con el fenómeno de El Niño, pese a que hay factores básicamente antrópicos, como en el caso del evento en Urubamba, donde un comunero originó el suceso; sin embargo, desde el IGP se afirma que hay una coincidencia entre el incremento de incendios y el fenómeno climático.

El aumento severo de incendios se vio primero en Cajamarca en los años 2005, 2010 y 2016. En el 2021, los niveles de incendio están por debajo en comparación a esos años anteriores, no obstante que estamos ingresando al periodo cumbre de estos eventos (agosto-noviembre) presentes mayormente en Cajamarca y Cusco.

A medida que se incrementan los días secos, la actividad fotosintética disminuye y aumenta la vegetación seca, la cual se convierte en un combustible vegetal. Este proceso es monitoreado por el IGP de manera permanente a nivel nacional, pero con mayor atención en el Cusco, región donde se proyecta a corto plazo realizar estudios de percepción. Asimismo, todo indica que esta temporada de incendios forestales se prolongará hasta noviembre, por lo que se exhorta a la población a no iniciar quemas que puedan detonar futuros incendios forestales.

Estudios complementarios indican que existe un efecto de causalidad entre el clima y la decisión de las personas de realizar más quemas y la clave es promover acciones de prevención desde los gobiernos locales. Un incendio forestal destruye la vegetación, elimina la fauna silvestre y la atmósfera peligrando la salud y la vida humana. Por eso, en el IGP hacemos ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.

Fuente: IGP