Unas setenta hectáreas de cultivos destruidas dejan hasta el momento dos incendios forestales provocados por la mala práctica en la agricultura, en las zonas de Ricardo Palma y Cayumba, según las primeras evaluaciones efectuadas por el Ministerio de Agricultura.
Según se informó, el fuego destruyó varias hectáreas de cultivos de plátanos, cacao y café, dejando cuantiosas pérdidas económicas para los agricultores y un enorme daño al ecosistema de la zona.
La agricultora Silvia Isminio de Lama, del denominado kilometro 53, en el caserío Ricardo Palma, denunció la quema total de su terreno, de 10 hectáreas, con lo que perdió 2 hectáreas de plantaciones en producción de plátanos, cacao y almácigos, mientras que las otras 8 hectáreas eran de bosques maderables.
Germán Pulgar Trujillo, jefe de la Agencia Agraria de Tingo María, dijo que no sólo este terreno fue dañado, sino que en ese sector al menos 40 hectáreas fueron quemadas, con el consiguiente efecto negativo para todo el ecosistema, pues, dijo, además de los cultivos se quemaron la flora, la fauna silvestre que habitaba esa zona y los microorganismos que alimentan estos terrenos.
«Este es un daño irreversible» lamentó el funcionario.
Asimismo, llamó la atención también sobre la quema de aproximadamente 30 hectáreas de terreno en la zona de Cayumba, en un lugar ubicado detrás de la comisaría de este poblado.
“Lo de Cayumba es una pena, es más, es una vergüenza para nosotros como seres humanos que en nuestras narices, en las narices de la policía se haya quemado otras 30 hectáreas, han desaparecido las raíces y ya se está generando la caída de piedras de este cerro rocoso”, expresó.
Respecto de la acostumbrada versión que la quema de los terrenos sea una práctica ancestral, dijo que es cierto, pero que es una mala práctica. “Es una mala costumbre, hay que erradicar de nuestra mente que esta práctica es buena para la agricultura”, remarcó.
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