Un pavoroso incendio arrasó con varias viviendas en el caserío de Pucayacu, a 5 kilómetros de la carretera Fernando Belaunde, ocasionando grandes pérdidas a los vecinos, sobre todo a los profesores Máximo Armas y Madeleine Aguilar Bazán, que perdieron sus casas y todas sus pertenencias
Lo peor de todo fue que, como Tocache carece de una compañía de bomberos voluntarios, el fuego no pudo ser controlado y estuvo a punto de generar un desastre mayor. Según los viejos pobladores de esta ciudad, sería la primera vez en la historia de Tocache que sucede un incendio de gran magnitud.
Según la hermana de la afectada, Guillermina Aguilar Bazán, afortunadamente no había nadie en casa pues la familia asistía a un velorio en un barrio cercano. Fueron los gritos de los vecinos los que alertaron sobre el fuego sin control, que fue provocado por la quema de basura y desmonte en las cercanías. En el interior se quemó casi todo, incluyendo los ambientes de la sala, el comedor y los dormitorios, que eran de fibra prensada de madera. Las viviendas aledañas también resultaron afectadas.
Los propios vecinos tuvieron que acudir con sus baldes y mangueras para intentar sofocar el fuego, que amenazaba con extenderse a toda la manzana. Ahora la familia pide a las autoridades competentes que les brinden apoyo con carpas, frazadas y alimentos. Entre tanto, los pobladores están solicitando al alcalde disponga la formación de una compañía de bomberos que brinde la seguridad en caso de siniestros a la ciudad. La estación más cercana se halla en Juanjuí, a varias horas de distancia.