Los agentes de la División de Operaciones Especiales Antidrogas (DIVOEAD) de Ayacucho incautaron siete toneladas y media de explosivos entre cartuchos de dinamita, sacos de anfo, cordon detonante y cajas con mechas de seguridad, en una vivienda rústica ubicada en la localidad de Tamboa, en el distrito de Vinchos, a la altura del kilometro 75 de la Vía Los Libertadores.
El cargamento de explosivos fue ubicado en una vivienda de la localidad de Tambo A del distrito de Vinchos, en la provincia ayacuchana de Huamanga y según informó el coronel PNP Oscar Cánepa Ruiz, jefe de la Divoead Ayacucho, el propietario del inmueble fue identificado como Marcelino Palomino Meneses, de 80 años.
Se trataba de 32 mil 700 cartuchos de dinamita los mismos que se encontraban en 199 cajas, que equivalen a dos mil 725 kilogramos.
Además, se incautó 149 sacos de anfo, detonantes más potentes que los cartuchos de dinamita, los mismos que equivalen a tres mil 725 kilogramos, 18 cajas de mecha detonante y 26 cajas de mecha lenta.
“Palomino Meneses manifestó que el material le fue encargado por una persona cuyo nombre desconocía y que esporádicamente llegaba a retirar una o dos cajas. Se presume que el señor ha sido sorprendido”, manifestó Cánepa Ruiz.
Custodio era rondero
La persona intervenida es investigada en la División contra el Terrorismo (Divicote) de la IX Dirección Territorial Policial (Dirtepol). A él se le incautó una escopeta calibre 12 y tres cajas de municiones del mismo calibre que contenían 200 cartuchos en cada una.
“Palomino Meneses es rondero y la escopeta, que está en proceso de investigación, podría haber sido entregada por las Fuerzas Armadas para la protección de las rondas”, explicó la autoridad policial.
Cánepa Ruiz destacó que el éxito de la operación, realizada a las 16:30 horas del martes a la altura del kilómetro 75 de la vía Los Libertadores, es fruto de una paciente labor de inteligencia.
“Intensificamos el esfuerzo de búsqueda no solamente en lo que es droga, sino también en lo que es armas y explosivos para colaborar con la pacificación del valle de los ríos Apurímac y Ene», declaró.
En la operación participó la fiscal Cristina del Pilar Olazábal Ochoa, personal de la Unidad de Desactivación de Explosivos (Udex) y de la Dirección General de Control de Servicios de Seguridad, Control de Armas, Munición y Explosivos de Uso Civil (Dicscamec).
Los efectivos policiales no descartaron la posibilidad de que la vivienda sirviera como almacén de los explosivos para luego ser trasladados, en pocas cantidades, al Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE).
El fiscal de la DIVOEAD puso los materiales incautados a disposición de la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) por tratarse de explosivos que son manejados, habitualmente, por remanentes subversivos.
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