Los agentes de la Dirección Antidrogas, DIRANDRO, junto a efectivos de la Dirección de Operaciones Especiales, DINOES, intervinieron un vehículo a la altura de la carretera de penetración al distrito de Pacucha, en Andahuaylas, región Apurímac.
En el operativo denominado Rastreo 2009 se incautó 300 kilos de óxido de calcio, pero los propietarios burlaron el cerco policial y escaparon. Esta sería la nueva ruta de los traficantes, debido a los constantes operativos en la carretera Quinua-San Francisco.
Luego de las primeras investigaciones, el fiscal antidroga, Rony Méndez Soto, ordenó el traslado de los insumos a la Base Policial Especial Ocobamba. Según fuentes policiales, los 300 kilos incautados tenían como destino el Valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE.