Implementan bancos de semillas para asegurar conservación de especies vegetales nativas

En el país se implementan bancos de semillas para asegurar conservación de especies vegetales nativas. Así lo realiza el Ministerio del Ambiente (Minam) para fortalecer la conservación de nuestra biodiversidad. Además, se busca aportar a la seguridad alimentaria, preservar el material genético de especies vegetales con propiedades nutricionales y mejorar nuestra capacidad de respuesta ante el cambio climático.

El Minam está potenciando la implementación de bancos de semillas familiares y comunales en cuatro regiones andinas del sur del país: Apurímac, Cusco, Huancavelica y Puno. La acción busca conservar y recuperar 226 cultivares de papa, oca, olluco, añu, maíz, quinua, kiwicha, frejol, tarwi, maca y cañihua.

Ello con apoyo del Proyecto Agrobiodiversidad Sipam, que articula el trabajo de los ministerios del Ambiente y de Desarrollo Agrario y Riego, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Nacional para Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Profonape). Esto con el apoyo del Global Environment Facility (GEF).

A la fecha, se han instalado 40 bancos de semillas (de tipo familiar y comunal), especialmente en zonas altoandinas del Perú. Esta intervención sectorial, iniciada en 2020, consiste en un espacio dentro de una vivienda, destinado exclusivamente al almacenamiento de semillas. Puede albergar la producción de una familia o grupos familiares. En algunos casos, corresponde a toda la comunidad y tiene un responsable asignado.

“Los productos nativos, en todas las variedades, es nuestra soberanía alimentaria. De estas semillas nativas obtenidas mediante prácticas milenarias se ha logrado mejorar otras semillas”, dijo Luzmila Mendoza, productora y agricultora de la comunidad de Santa Rosa de Yanaque, en Ácora, Puno. Además, en la comunidad de Ccachín, distrito de Lares, Cusco, se recupera cada año unas 30 variedades de papas nativas, con la participación de 60 familias.

Cada año, después de la cosecha, estos agricultores aportan al banco comunal entre 1 y 2 kilos de diferentes variedades de semillas de papas para seguir preservando dichos cultivos. Así, las familias pueden acceder a las mismas con la condición de reponerlas después de cosecharlas.

Datos:

  • En el siglo XX se perdió hasta el 75 % de la diversidad genética en cultivos por el cambio climático, etc, según la FAO.
  • El Proyecto Agrobiodiversidad Sipam inició su ejecución el 2019 en Cusco Puno, Apurímac, Huancavelica y Arequipa. Este trabaja la conservación de la agrobiodiversidad y restauración del paisaje principalmente en comunidades campesinas altoandinas.