Implementación de acuerdos para proteger los océanos es muy lenta  

La implementación mundial de acuerdos para proteger los océanos es muy lenta. “Al paso en que avanzamos a la solución aún no es suficiente como para atender la urgencia de los problemas que estamos enfrentando”. Así declaró Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú, en entrevista otorgada para INFOREGIÓN al conmemorarse hoy el Día Mundial de los Océanos.

Estos espacios son importantísimos en la vida del planeta. Y es que la mayor parte de su superficie (un 70%)  está cubierta por océanos cuya importancia va mucho más allá de facilitarnos productos pesqueros. Además, nuestro país goza de una amplia superficie costera que da al océano Pacífico. Riveros reflexionó acerca de estos y otros conceptos vinculados a la situación que atraviesan los océanos en la actualidad.

El océano es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas. Foto: Andina

¿Por qué son importantes los océanos?

Los océanos nos brindan más que productos pesqueros o un buen momento en la playa. “Básicamente, son los reguladores del clima en el planeta. Es como nuestro aire acondicionado. Hoy, a pesar del calentamiento global, buena parte de la quema de combustibles fósiles fue absorbido por los océanos. Además, absorben el C02 que nos ayuda, en cierta medida, a compensar los efectos del cambio climático”, precisó Riveros.

Añadió que son el principal medio de navegación terrestre, razón por lo que tienen un rol articulador muy importante en la economía mundial. Y, por supuesto, nos ofrecen sus productos pesqueros gracias a que encierran una gran diversidad de productos marítimos. Afirmó que son escenario de nuevos recursos para aprovechar como las algas marinas. Eso sí, el adecuado uso que se les dé asegurará proteínas y nutrientes para la población, sostuvo.

Principales problemas que enfrentan

Riveros precisó que enfrentan tres grandes problemas: el calentamiento global, la contaminación y la sobrepesca. Refirió que con el calentamiento global los océanos han absorbido el dióxido de carbono, se han acidificado, están más calientes; esto causó que tengan zonas donde no haya tanto oxígeno. “Es una situación bastante preocupante pues va a una escala más allá de los océanos. Tiene que ver con el clima global”, alertó.

En cuanto a la contaminación lamentó que a los mares “los hemos usado como el gran basurero y desagüe de los residuos. Buena parte de las aguas servidas de ciudades e industrias paran al mar sin tratamiento”. A ello se adiciona el problema de los plásticos. Estos ingresan a los cuerpos de los seres vivos causando la muerte o liberando sustancias tóxicas para las especies.

A esto se añade el problema de la sobrepesca. Riveros comentó que “hoy la pesca es mucho más moderna y agresiva”. Recordó que antes se pescaba con barcos pequeños y redes. Se pescaban pequeñas cantidades. Hoy las flotas pesqueras tienen una enorme infraestructura. Advirtió que es por ello que muchas especies están sobrepescadas o en el nivel máximo en que puedan resistir.

Flota pesquera de bandera china a surcado largos tramos para pescar en otros continentes. Foto: Picture-alliance DPA

Tareas que urgen para su conservación

Si bien es cierto Riveros consideró que en la práctica la implementación mundial de acuerdos para proteger los océanos es muy lenta, citó que ha habido avances interesantes. Allí están los acuerdos para reducir emisiones o para proteger el mar. El más reciente se refiere a la necesidad de conservar el 30% del océano. En ese sentido recordó la creación de áreas naturales protegidas.

Citó que hay medidas aún en discusión. Allí están los subsidios a la pesquería de larga distancia. Recordó que hay flotas que se mueven al otro lado del océano a pescar en mar abierto incluso en territorios de otros países. Tienen gran impacto sobre poblaciones de peces que no son monitoreados. “El gran problema es que estas pesquerías son subsidiadas. Ahora hay acuerdos para que no sean tan frecuentes y así estas se retraigan poco a poco”, remarcó.

Hay otros acuerdos referidos a mejorar el manejo de recursos transzonales, que no están en algún país en particular. Citó casos como la pota, el calamar gigante o los tiburones. Precisó que en algunos países se apunta a la extracción de una parte específica de estos recursos. En el caso de los tiburones, es la aleta. Subrayó que “hay acuerdos que se van logrando en diferentes discusiones que están poniendo candados. Estos resultan positivos para evitar la desaparición de especies”.

El caso peruano

“Recientemente en el Perú hemos logrado que se apruebe una ley para proteger las primeras cinco millas de la costa. Una zona clave en el trabajo de los pescadores artesanales, sino también para asegurar la provisión de recursos que crecen en esa zona. Las cinco millas es la zona más rica en términos de productividad primaria y donde se asientan muchas formas larvarias y embrionarias de muchas especies de peces”, precisó Riveros.

Foto: Andina

Remarcó que el país tiene que “mejorar la gestión de los residuos que ingresan a los ríos. Esto implica tener una visión de cuenca”. Alertó que en la boca del río Rímac se botan miles de litros de agua al mar que contienen basura, residuos mineros, industriales, domésticos, etc. “Es necesario un mejor monitoreo e identificación de las fuentes de contaminación para poner los candados que permitan controlarla”, sostuvo.

Citó elementos para reducir la contaminación en el mar. Existe una regulación del plástico de un solo uso, pero “todavía no ha alcanzado un nivel de implementación adecuado. Faltan algunos reglamentos. Se sigue comercializando tecnopor de modo ilegal. No hay normas para aplicar efectivamente las medidas correctivas”. Añadió que el Minam estuvo activo en el manejo de los residuos sólidos a través de las plantas de tratamiento, pero por crisis política y corrupción varios proyectos fueron cayendo.

Advirtió que procesamos una fracción muy pequeña de nuestra basura. “Es una de las cosas más lamentables que tenemos que decir. Lo que reciclamos es incluso mucho menor”. En general, consideró que hay varios puntos para incidir en la conservación de los océanos, pero lo que falta es voluntad política y asumir que esto implica un costo que no necesariamente lo deben pagar las personas o el ambiente.